Todo ello indica que en
este caso la F- inicial no ha evolucionado. Una de las explicaciones que
se ha dado para ello es el hecho de que la pronunciación culta (latinizante)
se ha mantenido desde un principio en algunas palabras.
Compáralo con faltar,
fallo,
fin,
fiero,
fuerte y también con forma,
en contraste con horma (ambas procedentes del mismo
étimo latino; la primera culta y la segunda propia del castellano,
patrimonial).