Pronombres (y adjetivos) posesivos

Los posesivos, que podían funcionar como pronombres y como adjetivos, adoptaron las terminaciones propias de los adjetivos de tres terminaciones en –US, -A, -UM (sin embargo, el origen de los pronombres posesivos es el genitivo de los pronombres personales, y los del singular MEI, TUI, SUI adoptan la terminación de adjetivo por analogía con la segunda y tercera personas del plural NOSTER, -TRA, -TRUM).

El latín contaba con posesivos para la primera, segunda y tercera personas del singular y del plural y para el masculino, femenino y neutro: MEUS, TUUS, NOSTER, VOSTER y SUUS (aunque empezó a diferenciarse entre el posesivo de tercera persona para un poseedor, SUUS, y el de varios poseedores, ILLORUM).

Con la reestructuración de género las formas neutras dejaron de usarse, por lo que los posesivos quedaron reducidos al masculino y femenino singular y plural.

Cuando funcionan como adjetivos y aparecen delante del nombre, los posesivos dejan de ser tónicos y adoptan formas átonas que pierden las vocales finales e impiden la distinción de género: mi/s, tu/s, su/s; sin embargo, cuando actúan como pronombre o bien como adjetivos que no son prenominales, se mantienen como tónicos: mío/a/s, tuyo/a/s, suyo/a/s (la segunda y tercera persona toman sus formas actuales por analogía con las formas de la primera).

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Última actualización: 21/10/2008