Adverbios 

        En la evolución del latín clásico al romance castellano se mantienen muchos de los adverbios con la consiguiente evolución fonético-fonológica. Entre ellos encontramos adverbios de lugar (y < IBI/HIC), de tiempo (hoy < HODIE, siempre < SEMPER), de modo (bien < BENE), etc.

        En latín clásico se podían formar adverbios a partir de adjetivos añadiendo la terminación –e a los de tres terminaciones (por ejemplo, MALE), –iter a los de dos (por ejemplo, FORTITER) o bien empleando el neutro singular del adjetivo (por ejemplo, ALTUM, que originará la forma alto de las construcciones del tipo habla alto).

Debido a que la mayoría de adverbios latinos acababan en –s, esta se identificó como marca adverbial y se extendió a otros adverbios del castellano en la Edad Media (actualmente conservamos algunos adverbios de ese tipo pero la mayoría han perdido la –s adverbial, contrástense, por ejemplo, antes < ANTE y fuera < FORAS).

Además, en latín tardío se creó un sufijo “mente” (< MENS, MENTIS) para los adverbios de modo que ha sobrevivido hasta nuestros días. Se construía añadiendo MENTE, en ablativo, al ablativo del adjetivo (por ejemplo, BONA MENTE). Su adición a un adjetivo femenino es el procedimiento más usado para crear adverbios.

        El fragmento que analizamos presenta los siguientes adverbios: si, adverbio afirmativo que es una variante de “así”, del latín SIC; luego, formado a partir de la construcción IN LOCO, que se lexicalizó y evolucionó hasta dar LOCO en el latín vulgar (la primera o es breve y por su evolución normal diptongará en /we/); como, que puede funcionar como adverbio o como conjunción y que desciende del vulgar QUOMO, contracción del latín QUO MODO; do, adverbio de lugar equivalente del actual “donde”, que desciende del latín UBI el cual, tras evolucionar a “o”, se reforzó mediante la preposición “de” y tomó el significado de “onde”, del latín UNDE (que añadió la preposición “de” dando el actual “donde”); quando, adverbio relativo que enlaza oraciones mediante el concepto de tiempo y que viene del latín QUANDO; cras, adverbio antiguo que significa “mañana” y que desciende del latín CRAS; mannana, adverbio temporal que inicialmente significa temprano (véase su valor en el Poema de Myo Çid) y posteriormente pasa a designar ‘el día después de hoy’ (es la evolución del latín vulgar *MANEANA, abreviación de HORA *MANEANA, derivado del latín MANE); por çierto, locución adverbial formada por una preposición (“por”) más un indefinido (“cierto”); non, adverbio de negación del latín NON: agora, lexicalización del sintagma latino HAC HORA en ablativo ‘en esta hora’; muy, del neutro singular del adjetivo  MULTUS, -A, -UM; estonçe, del latín vulgar *INTUNCE, compuesto de IN y el arcaico *TUNCE (de donde salió el latín TUNC); suso, adverbio antiguo que parte del vulgar SUSUM, reducción del latín SURSUM; demientra, del latín DUM INTERUM; nunca, del latín NUMQUAM; y allí, del latín AD ILLIC, o allá, del latín AD ILLAC. 

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Última actualización: 21/10/2008