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Adjetivos que en latín tenían tres terminaciones En el texto tenemos ejemplos de adjetivos de tres terminaciones que en castellano medieval pasaron a tener dos: fermosa y fermoso, del latín FORMOSUS, -A, -UM; clara y claro, del latín CLARUS, -A, -UM; fiera, del latín FERUS, -A, -UM; primeras, del latín PRIMARIUS, -A, -UM; bendito, del latín BENEDICTUS, -A, -UM (que, pese a ser participio de BENEDICO, -XI, -CTUM, por su proximidad al uso adjetival sufre la misma transformación); malo, malos, malas del latín MALUS, -A, -UM; buena y buen (esta última es la forma apocopada de bueno que se usa cuando el adjetivo precede al nombre), del latín BONUS, -A, -UM; cierto , del latín CERTUS, -A, -UM; y labrada, del latín LABORATUS, -A, -UM (participio de LABORARE). Encontramos también un adjetivo que ha pasado de tener tres terminaciones en latín a tener una sola en castellano: triste, del latín TRISTUS, -A, -UM. Asimismo, se atestigua la forma nublo, procedente del latín NUBILUS, -A, -UM, que a pesar de no poder manifestar flexión de género por el hecho de tratarse de un adjetivo con posibilidades de colocación muy restringidas (debido al referente masculino con que aparece: cielo nublo), procede de un adjetivo de tres terminaciones latino que pasaría a tener dos terminaciones.
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Última actualización: 21/10/2008 |