NUESTRO, A.

NUESTRO, A.

a) adj. Posesivo de la primera persona plural. Denota, por oposición a mío, que son varios los poseedores.

a ) Aplicado a cosas. + «Acá en estas nuestras Indias no faltó otro tirano llamado Gonçalo Piçarro con vna escuela de traydores y tales que --- fue menester vna batalla campal.» Oviedo, Quinquag. 1. 3 (1. 141). «Y como se hace en el tribunal del juicio, sin tener respeto a la persona, --- prosigamos en nuestra disputa.» León, Expos. de Job, 2. 34 (2. 179). X «Él, en fin, perfeccionando nuestras ideas y nuestros sentimientos, nos descubre las gracias y bellezas de la naturaleza y de las artes.» Jovell. Discursos (Cl. C. 129. 105). X «Matar nuestra lengua hermosa, ½ Y hundirnos en luto y sangre, ½ Y gozarse en nuestros llantos.» J. E. Caro, Poes. compl. p. 90. X «Y por esta diferencia, uno y otro bando nos considerábamos rivales, y a veces medíamos nuestras fuerzas en la Puerta de Tierra con grandes y ruidosas pedreas, que manchaban el suelo de heroica sangre.» P. Galdós, Trafalgar, 1 (p. 16). X «Ver los maciegales de Ávila, es comprender el ardoroso desfogue lírico de la gran santa, y ver Castilla entera con sus llanuras inacabables y sus rapadas lomas, es percibir la inspiración que informara nuestra literatura y nuestro arte.» Azorín, La voluntad (Cl. Castal. 3. 211). X «Tú conoces nuestras locuras, grandezas y debilidades.» Arciniegas, Estud. mesa redonda, 16 (p. 227). X «Pero de algún modo hemos de acusar en nuestras clases los tiempos de barullo y algarabía en que vivimos.» Machado, Juan de Mairena (Cl. Castal. 42. 181).

a a ) Aparece con frecuencia pospuesto. X «Andaban forcejeando una gran pieza ½ A su pesar y a mucho placer nuestro.» Garcil. Obr. égl. 2 (Cl. C. 3. 39). X «No parecerá filosofía sin provecho para lo por venir esta mi consideración verdadera, aunque experimentada con daño y costa nuestra.» Mend. Guerra de Gran. (Cl. Castal. 22. 308). X «¡O vida nuestra, al parecer hermosa, ½ Cómo en una mañana sola pierde ½ Lo que sudando en muchos años gana!» Cascales, Tablas poét. 4 (Cl. C. 207. 91) X «Creo, señor marqués, el amor vuestro; ½ Y satisfecha de nobleza tanta, ½ Haré tratar el pensamiento nuestro.» Lope, El perro del hortelano (Cl. Castal. 25. 105). X «Siendo una la razón nuestra, ½ Si se venciere la mía, ½ No es muy segura la vuestra.» Mto. El desdén con el desdén (Cl. C. 33. 150). X «Descanso a la penca satírica, que por lo regular manejamos con más dolor nuestro que de aquellos mismos a quienes nos vemos en la triste precisión de lastimar.» Larra, Crít. lit. y artíst. (Cl. C. 52. 226).

b b ) En comparativo, con valor ponderativo. X «En nuestra Escuela Popular de Sabiduría Superior hemos de tratar alguna vez el tema de la tauromaquia, cosa tan nuestra —tan vuestra sobre todo— y, al mismo tiempo, ¡tan extraña!» Machado, Juan de Mairena (Cl. Castal. 42. 204).

b ) Aplicado a personas. «Pero si no los hubiese muerto, hubieran ellos descubierto donde habitaba nuestro amigo.» T. Iriarte, Róbinson, 15 (2. 74). X «¡Favor! ¡Justicia! — ¡Que matan a nuestro amo! —Socorredme!» Benavente, Intereses creados, 1. 1. 4 (p. 54) X «Marqués, ¿quiere usted que mañana volvamos para poner una cruz sobre la sepultura de nuestro amigo?» Valle-Inclán, Luces de bohemia (Cl. C. 180. 159). X «No saben nuestros coterráneos la ingratitud literaria que cometen al seguir pecando en estas materias, después de haberles señalado el buen camino ese maestro insigne [R. J. Cuervo] sin comparación.» M. F. Suárez, Sueños, 4 (p. 249). X «Por Dios, Antonia, por Dios, haz que nuestra hija no nos deje; que si se va al convento me mata, sí, me mata, porque me mata.» Unamuno, Abel Sánchez, 26 (p. 110).

a a ) De la idea de posesión se pasa a la de referente anafórico de la persona tema del discurso. «Pues en esta sazón Martín de Elvira, ½ Que así nuestro español era llamado, ½ De lejos la perdida lanza mira ½ Que el muerto Gracolán le había ganado.» Erc. Arauc. 19 (R. 17. 741). «La primera cosa que nuestro Predicador hizo cuando se dedicó a este oficio, fue dar toda la hacienda, --- a los pobres.» Gran. Vida de Ávila, 4 (6. 6482). «Esto era lo que detuvo allí a nuestro Jerónimo.» Sig. Vida de S. Jer. 1 (p. 70). X «El nueso Comendador, ½ Señor de Ocaña y su tierra, ½ Bizarro a picarle cierra, ½ Más gallardo que un azor.» Lope, Peribáñez, 1 (Cl. C. 159. 13). «No bailedes ende más, ½ Non fagades más festejo; ½ Que finca el mueso señor ½ Todo amarrido e mal trecho.» Alarcón, Los pechos privilegiados, 2. 7 (R. 20. 4221). «Encargó el primero [escuadrón] a Gonzalo de Sandoval con sesenta hombres, en cuyo número fueron comprendidos los capitanes Jorge y Gonzalo de Albarado, --- y nuestro Bernal Díaz del Castillo.» Solís, Conq. de Méj. 4. 9 (R. 28. 3181). «No pueden entrar [las causas de la salida de Cervantes de España] en la serie de las noticias históricas que se tienen de nuestro escritor.» Quint. Cerv. (R. 19. 872). «Del apartado occidente ½ A las ignatas regiones, ½ Que solo nuestro viajero ½ Por revelación conoce, ½ Ya el sol descendido había.» A. Saav. Recuerdos de un gran hombre, 5 (3. 95). X «Brindo, señores —dijo Salomón—, porque nuestro ilustre Restaurador de las leyes viva toda la vida, para que no muera nunca la Federación, ni la América, y para que... y para que... en fin, señores, viva el ilustre Restaurador de las leyes; su ilustre hija que hoy ha nacido; y mueran los salvajes unitarios y todos los gringos y carcamanes del mundo.» Mármol, Amalia, 2 (p. 228).

g ) En paralelismo con el empleo de nosotros como plural de modestia, se usa también el posesivo nuestro con el mismo sentido. Un hablante puede decir en nuestra opinión o bien en mi opinión, según su preferencia. El matiz de modestia que percibimos en la primera fórmula procede de que el autor no se presenta a sí mismo en primer plano, sino que diluye su opinión en una pluralidad figurada. Cfr. RAE. Esbozo, 3. 10. 9 (p. 429). X «Esta que llaman fortuna, de quien yo he oído hablar algunas veces, de la cual se dice que quita y da los bienes cuando, como y a quien quiere, sin duda alguna debe ser ciega y antojadiza, pues, a nuestro parecer, levanta los que habían de estar por el suelo y derriba los que están sobre los montes.» Cerv. Pers. 3. 4 (Cl. Castal. 12. 296).

d ) Forma las expresiones:

a a ) Estar de nuestra parte. X «Y estoy muy co[n]tento que Platón está de nuestra parte.» L. Pinciano, Philosophia (BALH. 20. 182).

b b ) Nuestra Señora (madre): título honorífico que los católicos dan a la virgen. X «Está jurado --- ½ Por nuestra madre.» Hartz. La jura en Santa Gadea, 1. 5 (Cl. C. 113. 155). X «Huye por la mar y llora. ½ ¡Sálvala, Nuestra Señora!» Alberti, El alba (Cl. Castal. 48. 253).

g g ) Nuestro Amo: se llama devotamente al Santísimo Sacramento. Cfr. Cuervo, Apuntaciones, §741.

d d ) Nuestro Señor (Redentor): Jesucristo. X «Que sí —dixo Cristo nuestro Redemptor—; que así ha de pasar como os digo.» Vázquez, Serm. (Cl. C. 123. 89). X «Había gran envidia a los que podían por amor a Nuestro Señor emplearse en esto, aunque pasasen mil muertes.» Sta. Ter. Fund. (Cl. C. 115. 108). X «Yo, aunque vi cuál debía ser, alabé a nuestro Señor y agradecíselo mucho.» Ead. ib. (Cl. C. 115. 218). X «Por nuestro Señor, que suda.» G. de Castro, Los mal casados (Cl. Castal. 76. 148). X «"¿Cuánto te debemos, güen hombre?" —preguntó Nuestro Señor.» Güiraldes, Don Segundo Sombra, 21 (p. 142). X «El lunes, todo el día, meditaron en el Pecado; el martes, en la Muerte; el miércoles, en el Juicio; el jueves, en el Infierno; el viernes, en la Pasión de Nuestro Señor y en la parábola del Hijo Pródigo.» Yáñez, Al filo del agua, p. 67.

b) pron.

a ) X «Díxoles él: "Esforçaos y no temáis, que no hemos caído nosotros en sus manos, sino ellos en las nuestras.» Guev. Epíst. 1. 7 (Cl. Esp. 10. 55). X «Y nosotros ½ Con las nuestras, porque acabe ½ El convidado de piedra Tirso, El burlador de Sevilla, 3 (Cl. C. 2. 293). X «Eso no, que el Dios de Delo ½ Se eclipsa y cubre en un velo, ½ Y el nuestro luce más que él.» Id. Poes. (Cl. Castal. 17. 96). X «No sabe el alfabeto griego, ni (¡admírate!) el latino, y hasta se duda de que conozca el nuestro.» Cascales, Cartas filológ. 2. 10 (Cl. C. 117. 244). X «Aquí hay cuatro intereses: el de mi hija; ½ El de Manolo, que a casarse llega; ½ El nuestro, que cargamos con hijastros, ½ Y finalmente el de la Potajera.» R. de la Cruz, Sainetes (Cl. Ebro, 37. 31). X «Es verdad que como vive ½ Tan cerca, que sus ventanas ½ Dan enfrente de las nuestras.» Mor. El viejo y la niña, p. 34. X «Y bien, y bien; ¿y hay nada más justo? Nosotros haremos el bien público, haciendo el nuestro, aun sin querer hacerlo.» Larra, Artíc. polít. y soc. (Cl. C. 77. 88). X «A diferencia de otros misticismos egoístas, inertes y enfermizos, el nuestro, nacido enfrente y en oposición a la Reforma Luterana, se calienta en el horno de la caridad y proclama la eficacia y valor de las obras.» Menéndez y Pelayo, Estudios, p. 55.

b ) Nótese que en los siguientes ejemplos se usa precedido de advs. o locs. de lugar y equivale a de nosotros. X «Encima nuestro, el cielo estrellado parecía un ojo inmenso.» Güiraldes, Don Segundo Sombra, 8 (RAE. Esbozo, 3. 10. 11d). X «Lo mejor era informarnos un poco, y así lo hizo Don Segundo, interpelando a un paisano que pasaba cerca nuestro.» Id. ib. 20 (p. 134).

g ) Forma las expresiones:

a a ) La nuestra: ocasión propicia y favorable. X «Ahora que no está el jefe es la nuestra.» Moliner, Dicc.

b b ) Los nuestros: los que son del mismo partido, profesión o familia del que habla. X «De San Juan era aquel día, ½ Cuando se dio la batalla ½ De los nuestros tan herida.» Rom. viejos (Cl. Ebro, 9. 71). «Los nuestros al nacer del día, partiendo la presa, en que había ochocientos captivos y mucha ropa, las bestias y ellos cargados, tomaron el camino de Orgiba.» Mend. Guerra de Gran. 2 (R. 21. 862). X «Todas estas ayudas las deseaba Andrónico y las estimaba como grandes; y así la que los nuestros le ofrecían no se puede con palabras encarecer la estimación que hizo della.» Moncada, Exped. 1. 5 (Cl. C. 54. 23). X «Retirados y sosegados los nuestros, les mandó el Emperador, en agradecimiento de su puntual obediencia, librar una paga.» Id. ib. 1. 8 (Cl. C. 54. 34). X «La sangre que corría por mis venas era su sangre, y esa voz interna que nos incita a ser benévolos con las faltas de los nuestros, no podía permanecer callada después de la escena que pasó ante mis ojos.» P. Galdós, Trafalgar, 12 (p. 125).

g g ) Lo nuestro: nuestra inclinación, gusto o profesión. X «Lo nuestro es hacer cálculos de hormigón.» Moliner, Dicc.

Per. antecl. Siglo XV: X «Pues que tú, Virgen, pariste ½ El consuelo divinal, ½ Consuela mi vida triste, ½ Tú Señora que naciste ½ Para matar nuestro mal.» Encina, Poes. lír. (Cl. Castal. 62. 97). X «Y con tu recebimiento Se libró nuestra caída, Y el virgen concebimiento Con tu santo nacimiento Nos dio ley muy escogida.» Id. ib. (Cl. Castal. 62. 80). X «Para creer que así fue ½ La cosa como se cuenta ½ La mayor razón que sé ½ Es que nuestra sancta fe ½ Es inposible que mienta.» I. de Mendoza, Canc. (Cl. C. 163. 109). X «Nuestro niño bendicto ½ Antes que dexe el mamar ½ Ya trabaja en caminar ½ Por las montañas de Egipto.» Id. Ib. de Mendoza, Canc. (Cl. C. 163. 108). X «Y si somos sus catiuos ½ Es porque con fines coxos ½ Son todos nuestros motiuos, ½ En lo qu´es dañoso biuos ½ Y en lo ques honesto floxos.» D. de S. Pedro, Despr. de fortuna (Cl. C. 133. 238). X «Nuestras vidas son los ríos ½ Que van a dar en la mar. ½ Qu´es el morir.» J. Manr. Canc. (Cl. C. 94. 90). X «El muy excellente Doctor sanct Isidoro de sangre real, natural de nuestra España, desçendiente del Rey Theodorico, hijo de don Severiano, Duque de Cartagena, y de la Duquesa su muger, que se llamava Túrtura, que era así mesmo de linaje real.» Arc. de Talav. Vida de S. Isid. (Cl. C. 134. 70). X «Por Dios nuestro señor, en tal guisa de amor usemos verdadero que para syenpre bivamos, sólo Dios amando.» Id. Corbacho (Cl. Castal. 24. 76). X «Con la grand pena del fuego. Tristemente lamentavan; Pero que tornavan luego E muy manso raçonavan; E por ver de qué tratavan, Mi paso me fui llegando A dos que vi rrazonando Que en nuestra lengua fablavan.» Santill. Canc. y decires (Cl. C. 18. 35).

Siglo XIV: X «E nuestros sserán los fechos ½ E vuestra la nombradía.» Alf. XI, 997 (p. 279). X «Santa María Magdalena, ½ Rruega a Dios verdadero ½ Por quien diere buena estrena, ½ De meaja o de dinero, ½ Para mejorar la çena ½ A nos e nuestro conpañero.» Arc. de Hita, 1713 (Cl. C. 17. 286). X «Nasçió por salvarnos ½ De Santa María ½ En nuestra valía.» Id. 1649 (Cl. C. 17. 282). X «¡A morir han los omes, que fueron e son nados! ½ ¡Dios perdone la su alma e los nuestros pecados!» Id. 1506 (Cl. C. 17. 225). + «Señora, dixo el cauallero, nuestro señor vos enbía dezir asý, que sy Dios le da algunos enbargos en este mundo --- que gelo faze porque es pecador entre los pecadores, e señaladamente por el yerro que a vos tiene, vos non gelo meresçiendo, nin le faziendo por qué.» Zifar, 33 (p. 74). «Non seyendo nos entrado a tierra de los nuestros enemigos allende del postremero logar frontero del nuestro sennorio.» Cortes de Alcalá, año 1348 (C. de L. y C. 1. 550).

Siglo XIII: X «Nueve órdenes de ángeles ordenó nuestro señor Dios en la eglesia celestial.» Alf. X, Part. 1. 6 (Casares, Intr. p. 83). X «Después que los nuestros clérigos, que son ordenados de orden de epístola o dend arriba, se entierran oy cada uno con las vestimentas de su orden.» General Estoria, p. 524 (Casares, Intr. p. 82). «Quando que quier que los enemigos se levantaren contra nuestro regno ---.» Fuero Juzgo, 9. 2. 9 (p. 161). «Por ende defendemos en esta nueva ley que ningún omne daquí adelantre si non fuere escrivano --- non ose allegar falsas constituciones. Mas los escrivanos del pueblo, o los nuestros, o a quien nos mandáremos, las escrivan, e las lean las nuestras constituciones, e non otri.» Ib. 7. 5. 9 (p. 131). X «De nuestras liviandades gane nos remissión, ½ Que non vaian las almas nuestras en perdición.» Berc. Mil. 20 (Cl. C. 44. 119). X «La nuestra romería entonz la acabamos ½ Quando a paraíso las almas enviamos.» Id. ib. intr. (Cl. C. 44. 6). X «Dezían los malfadados: "En mal ora nasçimos, ½ Diera nos Dios Espan[n]a, guardar non la sopimos, ½ Sy en [grrand] coyta somos nos byen lo meresçimos, ½ Por nuestro mal sentydo en grran[d] yerro caýmos.» Fern. Gónz. 3 (Cl. C. 128. 29).

Siglo XII: X «Andad, fijas, daquí el criador vos vala! ½ De mi y de vuestro padre bien avedes nuestra gracia.» Cid, 2604.

Test. lat. hisp. «Foras istos terminos, nostras hereditates, sive et ecclesias praefatae sedi dambls praenominatas Barcena.» Docum. de 853 (Esp. sagr. 37. 319). «Atque etiam omnibus rebus nostris cum omnia que ganavimus vel aumentare potuimus, id est ---.» Docum. de 800 (Llor. Prov. vasc. 3. 5).

Etim. Del lat. noster, -ra, -um. Cat. nostre, fr. notre, it. nostro, port. nosso.