MUSTIO, A.

MUSTIO, A. adj.

a) Aplicado especialmente a plantas, hojas y flores, Marchito, que ha perdido su frescura y lozanía.

a ) X «Es como flor | Que sale fresca al aluor | Y a la tarde mustia está. | D’esta manera es la edá.» L. Fernández, Farsas y égl. (Cl. Castal. 72. 100). X «¡Río Duero! Tú murmuras, | Tus aguas van acrecidas, | Tus flores bellas y puras | Están mustias y caídas.» Arolas, Poes. (Cl. C. 95. 91). X «Y de mustias guirnaldas guarnecida | Y de rectos cipreses custodiada, | De adorno sobrepónenle en seguida | El limpio arnés y la desnuda espada.» Caro, Obr. de Virgilio, p. 238. X «¿Quién sabe las historias de dichas o de angustias | Que guardan de una rosa las pobres hojas mustias | Que el viento lleva en pos?» Querol, Poes. (Cl. C. 160. 189). X «En la mano cándida de Blanca, parecerá el pétalo mustio de un lirio amarillento. Y lo enterraremos debajo del rosal grande.» J. R. Jiménez, Platero y yo, 54 (p. 94). X «Hoy, y no más tarde. Antes que anochezca | Y se vuelva mustia la corola fresca.» Ibarbourou, Antol. poét. p. 220. X «Se paseaba al través del pequeño salón sin quitarse el abrigo y contemplaba a trechos las flores mustias del tejido en la alfombra, y un tenue y despavorido rayo de sol que entraba por lo más alto de una ventana.» Sanín Cano, Ensayos, p. 105. X «Las gitanas mendigas visten faralaes sucios y marchitos y un clavel mustio en el pelo embadurnado de aceite.» Caballero Calderón, Ancha es Castilla, p. 25.

b ) En los siguientes textos, Seco. X «En los segundos creo ver un erial árido, vestido de arena y de peñascos pelados, y en que de largo tiempo en largo trecho se deja ver un cardo mustio y tal cual césped de grama agostada, cabizbaja y rociada de polvo.» Forner, Exequias de la leng. castell. (Cl. C. 66. 147). X «Desde estas mustias y áridas colinas | Mirando hacia el Oriente | Fínjome ver tus costas blanquecinas, | Tu alegre campo y cielo transparente.» Querol, Poes. (Cl. C. 160. 98). X «Sólo ha quedado en la rama | Un poco de paja mustia, | Y en la arboleda la angustia | De un pájaro fiel que llama.» Lugones, El libro de los paisajes, p. 89.

a a ) Con por, para señalar la causa. X «Se ofreció a mis ojos la visión descarnada del yermo de Castilla. Tierras mustias por el invierno, barridas por el viento de la meseta.» Caballero Calderón, Ancha es Castilla, p. 7.

b) Melancólico, acongojado.

a ) X «Y así, por el consiguiente, | Si le veo triste y mustio, | Yo me entristezco y angustio | Como quien rescibe y siente | Gran tormento.» Castillejo, Obr. (Cl. C. 91. 50). X «Cuando a tus citas voy | Me ves mustio y callado, | Y es que en tu calma pensando estoy.» Ferrán, Obr. compl. (Cl. C. 164. 121). X «Quedose Joaquín mustio y cabizbajo, y al día siguiente, llamando a solas a su mujer, le dijo: ---.» Unamuno, Abel Sánchez, 26 (p. 109). X «A la ciudad volvíamos mustios y cariacontecidos, ¿te acuerdas!, con el alma pálida y la cabeza debajo del ala.» Cela, Mrs. Caldwell, p. 47. X «Como pudo, se acercó a la orilla. Salió del agua más muerto que vivo, y le temblaban las piernas. Mustio y transido llegó a la venta más cercana, donde le dieron un vaso de sidra.» Caballero Calderón, Ancha es Castilla, p. 186.

— En grado comparativo. X «¡Alégrese, hombre! Le encuentro cada día más mustio.» Buero Vallejo (Gran encicl. Larousse).

a a ) Por sinécdoque se aplica a la parte donde se observa la melancolía. X «¡Cómo la frente mustia | Dobla en silencio sobre el casto seno, | Y el rostro, antes sereno, | Reprime mal su abrumadora angustia!» Querol, Poes. (Cl. C. 160. 23). X «Los mustios ojos con fatiga vana | Trata de alzar la moribunda Dido: | Fáltanle ya las fuerzas; sangre mana | Con profundo estertor su pecho herido.» Caro, Obr. de Virgilio, p. 183. X «Viendo Eneas que aquél por compañero | Trae a un joven de aspecto peregrino | Y brillante armadura, mas la frente | Mustia casi, ojos bajos, faz doliente.» Id. ib. p. 270. X «Ya quisiera detenerme, ya quisiera tender, con despectivo gesto, la mano mustia hacia la sombra eterna.» Lz. de Mesa, El libro de los apólogos, p. 89. X «Y Cipris llora desolada | Y besa el labio mustio del mancebo.» Maya, Obra poét. 1 (p. 65).

b ) Aplicado a cosas. X «Oye tú solo, eterno i sacro río, | El grave i mustio son de mi lamento; | I mesclado en tu grande crecimiento | Lleva al padre Nereo el llanto mío.» Herr. Poes. son. 24 (Cl. C. 26. 91). X «Y cual termina en humo el holocausto | Sórdido por sujeto en lugar puro, | Tal en mustio dolor de llama injusta | Yacer se vio la común madre adusta.» Villamediana, Obr. (Cl. Castal. 8. 251). X «Que oyendo en mustio son mi afán ardiente, | De ti, con crespa lengua, resonado | En verde prado o en sedienta arena, | Será que blandas luces al herviente | Humor muestre (ya en vano derramado) | Mi acerba y dulce y clara luz serena.» Rioja, Versos, p. 274. X «A su dulce acento, | Del letargo mustio | Volvieron las ciencias | Que cortó su curso; | Y ya no ofuscadas | En vanos disturbios, | Sirven a la vida, | No a sabios ceñudos.» Forner, Exequias de la leng. castell. (Cl. C. 66. 213). X «Cambió Sïón la pompa de alegría | Por el cilicio y el oscuro velo, | Sólo una voz profunda noche y día | Rompe el mustio silencio de su duelo.» Bello, Poes. p. 27.

Per. antecl. Siglo XV: X «Mustia cosa: marcidus, -a, um; marcen, -tis.» Nebr. Vocab. X «Tú que sueles alegrar | Las personas tristes, mustias, | Te plega de me ayudar, | Para que pueda trobar | Sin angustia tus angustias.» D. de S. Pedro, Tract. de amores (Cl. C. 133. 76).

Siglo XIV: X «E si non fuere de essa noche, estará la quebradura de la rama seca, e la hierba mustia.» Mont. Alf. XI (Corominas, DCELC).

Siglo XIII: X «El Cavallero del Cisne, que no sabía de aquello nada, cuydando que no era sana, o que había alguno otro pesar por que estava mustia assí, rogole que comiesse e se alegrasse, e dexasse aquel pensamiento en que estava; ca, loado a Dios, no havía ya razón por que ningún gran pesar deviesse haver.» Conq. de Ultr. (ICC. 51. 263).

Etim. Del bajo lat. mustidus por musteus ‘viscoso, húmedo, fresco’. Cat. musti, mustich.