EMBELESAR.

EMBELESAR. v.

a) Aturdir, embargar el uso libre de la razón o los sentidos (trans.).

a ) «En este paso le descubre el diablo muchos secretos del arte mágica, y no duda de abiertamente hablalle, y mostralle fantásticamente por la imaginación los reinos del mundo y su gloria, con que embelesa la imaginación del paciente.» Venegas, Agonía, 2. 13 (Míst. 3. 79). «La felicidad injusta es rosa breve --- engaño y embuste que embelesa los ojos.» León, Expos. de Job, 5 (1. 78). «Como es pecado de carne y de deleites, es fuerza que amortigüe todos los sentidos, y los embelese y absorte, sin dejarlos usar sus oficios como deben.» Cerv. Col. (R. 1. 2392). «Veislos aquí a estos tratantes en santiguaduras, mercaderes de cruces, que embelesaron el mundo, y quisieron hacer creer que podía tener cosa buena un hablador.» Quev. Zahurdas (R. 23. 3181). «Amor es un hechizo dulce y tierno ½ Que embelesa y aduerme los sentidos.» Lope, Virtud, pobreza y mujer, 2. 15 (R. 52. 2243).

b ) Refl. «Se ejercitan--- en otros rigores y asperezas, en daño, notable de la salud; con las cuales cosas de tal manera se embelesan y se pasman, que es necesario esperarles Dios algún tiempo que acaben sus tareas.» J. De los Ángeles, Conq. del reino de Dios, 4. 3 (139).

g ) Part. «¿Quién los mató? ¿Cómo murieron? Que estoy embelesada, sin tiento, como quien cosa imposible oye.» Celest. 15 (R. 3. 612). «Fue de tal golpe Tucapel cargado ½ Sobre el escudo en medio de la frente, ½ Que quedó por un rato embelesado, ½ Suspensos los sentidos y la mente.» Erc. Arauc. 29 (R. 17. 1092). «Vicio y corrupción de nuestra humana condición es desechar y menospreciar las cosas antiguas, y llenos de admiración irnos embelesados tras las nuevas.» Mariana. Hist. Esp. 17. 5 (R. 30. 5032). «Estaba como atónito y embelesado sin hablar palabra alguna.» Cerv. Gal. 6 (R. 1. 951). «En tanto que el cura decía estas razones, estaba la disfrazada moza como embelesada, mirándolos a todos sin mover labio ni decir palabra alguna.» Id. Quij. 1. 28 (R. 1. 3252). «El pobre sacristán estaba embelesado escuchándole; y como no acababa de entender lo que decía, hacía que le repitiese la razón dos y tres veces.» Id. Nov. 3 (R. 1. 1371). «Digo que pierdo el juicio, ½ Y estoy como embelesado.» Id. Pedro de Urdemalas, 2 (Com. 2. 277). «Eficaces palabras tienes, buen viejo: traído me has el alma a mí, que me la llevaban embelesada vanos deseos.» Quev. Mundo por de dentro (R. 23. 3262). «Sordo está de embelesado.» Alarcón, La cueva de Salamanca, 2 (R. 20. 932). «Con varias apariencias de bien encanta [el lisonjero] los ojos y las orejas del príncipe, o le trae embelesado, sin dejalle conocer la verdad de las cosas.» Saav. Emp. 48 (R. 25. 1212). «Corriéronse primero algunas parejas, y después se formó una escaramuza con sus ademanes de guerra; en cuya novedad estuvieron los indios como embelesados y fuera de sí.» Solís, Conq. de Méj. 2. 1 (R. 28. 2331). «Tiernamente enamorado ½ Anda como embelesado.» Cald. ¿Cuál es mayor perfección? 1. 8 (R. 7. 732).

a a ) Con de. «Con este ruido, furia y alboroto, llegaron donde Sancho estaba atónito y embelesado de lo que oía y veía.» Cerv. Quij. 2. 53 (R. 1. 5161).

b) En especial se dice de la impresión deleitosa que produce, suspendiendo y como arrebatando los sentidos, la presencia o contemplación de objetos bellos (trans.). Esta es hoy la aplicación común.

a ) «Los más famosos poetas de la antigüedad son también los que supieron embelesar más dulcemente la imaginación de sus lectores.» Luzán, Poét. 2. 12 (1. 175). «Las aves -- ½ En suavísimos trinos, ½ El oído embelesan.» Mel. Anacr. 56 (R. 63. 1082). «Si no puede ½ Engañarme con aquella ½ Fingida virtud, que a ti ½ Te enamora y embelesa.» Mor. La mojigata, 1. 1 (R. 2. 3942). «Uniendo ½ El provecho al deleite, a un tiempo mismo, ½ Instruye y embelesa a los lectores.» M. de la Rosa, Arte poét. de Hor. (1. 284). «Ya la lectura le embelesa, y lleno ½ De admiración, los altos monumentos ½ De la estudiosa antigüedad medita.» Quint. Poes. A Jovellanos (R. 19. 242). «Vistiola, al nacer, el cielo ½ De aquella gracia inefable ½ Que embelesa los sentidos ½ Y avasalla libertades.» Id. Obr. inéd. p. 10. «Bien tus pasos ½ Lleves al bosque oculto, bien la vista ½ Tiendas alegre en la abundosa vega, ½ O la dulce corriente te embelese ½ Del río encantador --» Id. Poes. A Cienfuegos (R. 19. 301).«Si como obra literaria está sujeta [la Zaïre de Voltaire] a muchos reparos, sin embargo pocas hay que más embelesen, que más empeñen la atención representadas.» A. Galiano, Hist. lit. p. 69.

b ) Refl. «Hasta los rústicos aldeanos se embelesaban contemplándola.» M. de la Rosa, Is. de Solís, 1. 3 (4. 206).

a a ) Con en, para expresar el objeto del deleite o de la contemplación. «En lo agradable se embelesa y ceba.» Forner, sát. (R. 63. 3062).

b b ) Con con, que señala el medio o instrumento con que se suspende. «Embelesarse con un niño.» Acad. Gram. «Embelesarse con una pintura.» Salvá, Gram.

g ) Part. «Embelesado admira ½ Tantos honores y grandezas juntas.» Jáur. canc. Cuando postrado (R. 42. 1261).

a a ) Con en. «Andan todo el tiempo entretenidos y embelesados en fiestas y en regocijos.» Rivad. Trib. 1. 11 (R. 60. 3772). «Eligen al limón como discreto, ½ Y él, en su bello fruto embelesado ---» Iglesias, égl. 8 (R. 61. 4591).

Etim. Port. embeleçar (ant.), embellezar. Oviedo, hablando de las maneras que los indios tienen de pescar, dice: «Y también usan de cierta hierba que se dice baygua, en lugar de belesa o barbasco: la cual desmenuzada en el agua, ora sea comiendo della el pescado, o por su propia vertud penetrando el agua, embeódanse los pescados e desde a poco espacio de tiempo se suben sobre el agua, vueltos de espaldas o el vientre para suso, dormidos o atónitos sin sentido, e los toman a manos en grandísima cantidad. Esta baygua es como bejuco, e picada e majada aprovecha para embarbascar e adormecer el pescado, como he dicho.» Hist. de Indias, 1, p. 424. Juan López de Velasco dice que la belesa es una yerba que emborracha las ovejas, de do se dijo embelesado; Covarrubias, que hace esta cita, opone que ninguno de los autores que escriben de plantas, da a aquélla tal propiedad; pero el testimonio de Oviedo demuestra que con el nombre belesa se designaba, si no el barbasco, una planta que producía igual efecto que éste; y no sería extraño que en otras partes se aplicase a plantas de cualidades análogas. Que la metáfora se tomase de los peces o de las ovejas, no hace al caso; repárese que en muchos pasajes citados arriba, particularmente de Cervantes, se usa el participio por manera de comparación precedido de como. Verbos de formación parecida, fuera de embarbascar, hay embeleñar, entomillar, enturrar (Herr. Agric. gen. 3, p. 435); en Colombia se dice entongado, enchamicado en sentido igual al de embelesado, con alusión a los efectos del chamico y la tonga, plantas solanáceas.