DEMASIADAMENTE. DEMASIADAMENTE.
adv.
Demasiado, en demasía.
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a ) Con un
verbo. «En eso tanto tenéis razón, que
demasiadamente soy amigo de que las cosas se hagan como yo quiero, y demasiadamente me
ofendo cuando una persona que yo quiero bien hace ó dice alguna cosa que no me
contente.» Valdés, Diál. (Mayans, 145). «No debe temer sino echarse con seguridad del pináculo
abajo: conviene á saber, mirando el altura de las obras en que demasiadamente confía; y
dende aquéllas bajar con el pensamiento á todos los males y vicios de la ciudad.» Venegas, Agonía, 3. 10 (Míst. 3. 60). «Mucho mayor mal es el que padece el mundo por andar tan
alejado del uso de los sacramentos, que por llegarse demasiadamente á ellos.» Gran. Mem. vida crist. 3. 10 (R. 8. 2592). «Ningún gobierno sin ellos [sin errores]. Quien los temiere
demasiadamente, no sabrá resolverse.» Saav. Emp. 63 (R.
25. 1752). «Por peligroso advirtió
Abner á Joab el ensangrentar demasiadamente su espada.» Id. ib.
96 (R. 25. 2512). «Cuidaba
demasiadamente de ganar amistades, y los amigos, cuando son muchos, suelen abultar, como
parciales.» Solís, Conq. de Méj. 1. 10 (R. 28.
2171).
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b ) Con
un adj. ó part. «Siguiéronse luégo ofensas
en su ley, en las haciendas y en el uso de la vida, así cuanto á la necesidad, como
cuanto al regalo, á que es demasiadamente dada esta nación.»
Mend. Guerra de Gran. 1 (R. 21. 711). «Si les dieron [á sus mujeres] ocasión de pecar ó por traellas muy
demasiadamente vestidas, ó muy desnudas y muy hambrientas.»
Venegas, Agonía, 3. 17 (Míst. 3. 102). «Con todo eso, el teniente, demasiadamente severo, los llevó á todos á
la cárcel.» Cerv. Col. (R. 1. 2351). «Atienda vuestra merced á su salud por ahora, que me parece
que debe de estar demasiadamente cansado, si ya no es que está mal ferido.» Id. Quij. 1. 7 (R. 1. 2672). «Debía de ser demasiadamente bueno el clérigo que obliga á sus
feligreses á que digan bien dél, especialmente en las aldeas.»
Id. ib. 1. 12 (R. 1. 2771). «El
famoso Ariosto por no atreverse ó por no querer cantar lo que á esta señora le sucedió
después de su ruin entrego, que no debieron ser cosas demasiadamente onestas, la dejó
donde dijo ---» Id. ib. 2. 1 (R. 1. 4081). «Mandé quitar el plato de la fruta por ser demasiadamente
húmeda.» Id. ib. 2. 47 (R. 1. 5002). «Ninguna cosa más dañosa que un príncipe demasiadamente
misericordioso.» Saav. Emp. 22 (R. 25. 622).
«Quien aspira á lo imposible ó demasiadamente
dificultoso, deja señalados los confines de su poder.» Id.
ib. 81 (R. 25. 2161). «Le
tenía por hombre de mucho peso y caudal, de entendimiento sosegado y de más templado y
claro ingenio, que demasiadamente agudo y fogoso.» Roa, Vida
de Dª. Ana Ponce de León, 2. 7 (81).
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a a ) Hállase alguna vez con de, como demasiado,
pero no sonaría bien en el lenguaje actual. Véase DEMASIADO
, 2, b. «También
hay quien diga que anduvistes demasiadamente de crédulo en creer que podía ser verdad el
gobierno de aquella ínsula ofrecida por el señor D. Quijote, que está presente.» Cerv. Quij. 2. 3 (R. 1. 4102). «Vosotros, ministros de la limpieza, habéis andado demasiadamente de
remisos y descuidados, y no sé si diga atrevidos, á traer á tal personaje y á tales
barbas, en lugar de fuentes y aguamaniles de oro puro y de alemanas toallas, artesillas y
dornajos de palo y rodillas de aparadores.» Id. ib. 2.
32 (R. 1. 4751).
Etim.
Formado de demasiado con
el sufijo mente, que denota manera, modo.