DELIRAR. DELIRAR.
v.
a)
Hablar sin concierto ó tener perturbada la
razón á causa de enfermedad ó pasión violenta (intrans.).
—
a ) «Y ha como hombre tonto ó que delira, ½ Palabras mil
sin seso amontonado.» León, Expos. de Job, 35
(2. 213). «Apenas de sus licores ½ El veneno
admitió el pecho, ½ Cuando corrió al corazón;½ Y en un instante, un momento ½ A delirar empezaron.» Cald. El mayor encanto amor, 1. 3 (R. 7. 3921). «Señor, mi amo delira; ½ Hace versos, come poco, ½ Y es filósofo
de esquina.» Mto. La misma conciencia acusa, 1. 14 (R.
39. 1062). «¡Ay Torcuato! el dolor
te enajena y te hace delirar.» Jovell. El delincuente
honrado, 1. 3 (R. 46. 841). «Don
Quijote hablaba de estas materias sin concierto, acertando unas veces, errando otras, y
delirando siempre: hablaba en fin como loco.» Clem. Coment.
4, p. 18. «Ya le había acometido una
ardentísima fiebre, en términos que no hizo más que delirar durante aquella noche y al
siguiente día.» M. de la Rosa, Is. de Solís, 2.
40 (4. 415).
—
«La noche ya ---½ En ocio los
sentidos blandamente ½ En dulce delirar encadenaba.»
Valb. Bern. 4 (R. 17. 1861).
—
b ) Alguna
vez se halla con acus. para denotar el objeto cuya idea domina en el delirio. «Y aunque el desventurado había enloquecido de amor, no era
amor lo que deliraba: sus improperios y voces se dirigían todos á llamarlos bellacos,
usurpadores de aquella tierra.» Quint. Pizarro (R. 19.
3111).
b)
met. Hacer ó decir despropósitos (intrans.).
—
a ) «A su ingenio se atiene cada uno, ½ Y si hay cuatro que acierten,
mil deliran.» Cerv. Viaje, 8 (R. 1. 6972). «Pues yo que soy el padre y el inventor de la poesía,
deliro y parezco mentecato, no es mucho que lo parezcan ellos.»
Id. Adjunta (R. 1. 7021). «Pero
deténte, pluma, que deliras½ Con la licencia que el amor te ha dado.» Lope, epíst. 1 (Obr. suelt. 1. 287). «Verdad es que sin letras habemos visto ingenios, pero
dentro de las esferas de su actividad; porque en saliendo de aquel pequeño ámbito donde
dan vueltas, es fuerza que se pierdan y que deliren.» Id.
Dorotea, 4. 2 (Obr. suelt. 7. 309). «Hasta las gatas jácaras les piden: ½ ¡Tanto el mundo decrépito
delira!» Id. Gatom. 3 (Obr. suelt. 19.
200). «No te parezca la fineza exceso, ½ Que el más
prudente con amor delira.» Id. El guante de doña Blanca,
2. 13 (R. 41. 272). «Entre
obscenos brindis, ½ Carcajadas y broma disoluta,½ Se harta sin tasa, y sin pudor delira.» Jovell. epíst. á Bermudo (R. 46. 451). «Sarmiento pudo haber delirado alguna vez; pero ¡cuántas
habrá acertado!» Id. Corresp. con Posada (R. 50.
2142). «Acuérdome de haber leído
en otra de usted, que más valían los dos pliegos de Pérez que los diez suyos sobre
Carreño. ¡Tanto puede delirar la humildad en sus excesos!»
Id. ib. (R. 50. 2261). «¿Qué
vale componer divinamente ½ Con largo estudio en retirada estancia, ½ Si delirar no
sabes de repente?» Mor. Lección poét. (R. 2. 5772).
«Ahora compare usted nuestros autores
adocenados del día con los antiguos, y dígame si no valen más Calderón, Solís, Rojas,
Moreto cuando deliran, que estotros cuando quieren hablar en razón.» Id. La comedia nueva, 2. 5 (R. 2. 3691). «No le engañe el mal ejemplo de los que deliran á
destajo.» Id. ib. 1. 4 (R. 2. 3641). «Yo bien sé que Quevedo se divierte frecuentemente con lo
que escribe, y delira porque quiere.» Quint. Introd.
al Parn. esp. 5 (R. 19. 1421). «Deliran ellos, sufren las naciones.» Id.
Reglas del drama, 2 (R. 19. 782). «El ingenio español había desaparecido: muerto enteramente después de
tanto delirar en los últimos años del siglo XVII, necesitaba resucitar.» Gil y Zárate, Resum. histór. p. 626. «Mientras reinó el mal gusto, ocupados nuestros poetas en
delirar en tono elevado, no dejaron ningunas anacreónticas que merezcan citarse.» M. de la Rosa, Anot. á la Poét. 4. 11 (1. 184). «Es lo que probablemente intentó expresar Aristóteles en
un pasaje que por muchos siglos ha hecho delirar infinito á sus comentadores.» Id. ib. 5. 1 (1. 217).
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b ) Con en,
para expresar, bajo el concepto de campo en que se ejerce la acción, la materia en que se
desbarra. «¡Cuánto el humano proceder delira ½ En la vana
ambición de los estados!» Lope, Filom. 3 (Obr.
suelt. 2. 414). «Y ved aquí por qué los
antiguos, abandonando este camino de investigacion, han delirado tanto en la filosofía
natural.» Jovell. Orac. sobre el est. de las
ciencias nat. (R. 46. 3361). «Dio
también [Moreto] en la fatal manía de su siglo empleándose en componer comedias
heroicas y de vidas de santos, en las cuales deliró como todos, porque no cabía otra
cosa.» M. de la Rosa, Com. esp. 4 (2. 193).
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g ) Con acerca
de, sobre, para expresar la materia á que se refieren los despropósitos. «No creí yo que el señor director apreciase tan poco las
etimologías --- Sin duda que desde Platón á san Isidoro, y desde éste á Vosio y Aldrete
y Covarrubias se ha delirado mucho acerca de ellas.» Jovell. Corresp.
con Posada (R. 50. 2141). «Me he
contentado con indicar los hechos, dejando á otros delirar, si quieren, sobre sus
consecuencias.» Id. Descr. del castillo de
Bellver (R. 46. 3991). «Basta
decir que el trastorno de las ideas era tan extraordinario, que aun los hombres más
señalados por su gravedad y mesura deliraban sobre este punto de una manera increíble.» Balmes, Protest. 23, nota (2. 330).
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d ) Alguna
vez se halla como trans. De los dos pasajes siguientes sólo el primero podría
imitarse: «Los que se obstinan en defender
cuanto deliró Shakespeare, dicen que el carácter de este personaje está bien seguido.» Mor. Hamlet, 2, nota 1 (R. 2. 5561).
—
«Goethe, delirando
una oración al padre de los dioses, señala el momento supremo para la catástrofe moral
de 1793.» Catalina, Roma, p. 27.
c)
met. Estar dominado por una afición ó deseo vehemente (intrans.).
—
a ) Con por,
para expresar el objeto de la afición. «Delira
½
Por la música: es su encanto.» Bretón, Mi secretario y yo,
10 (3. 234). «No hay un necio, no hay un
asno ½ Que no delire por mí.» Id. Me voy de
Madrid, 3. 14 (2. 73).
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b ) Con con.
«Al salir á la claridad de la época que se
llama del Renacimiento, soñó [la escultura] en la resurreccion de antiguas glorias, y
deliró nuevamente con los dioses del Olimpo.» Catalina, Roma,
p. 277.
Etim.
Port., cat. delirar;
fr. délirer; it. delirare: del lat. delirare, verbo en su origen
peculiar de la labranza y compuesto de de, que expresa separación, y lirare,
trazar un surco (lira); esto es apartarse del surco ó de la línea recta.