AQUEL, AQUELLA, AQUELLO.AQUEL, AQUELLA, AQUELLO.

Pronombre demostrativo con que se señalan objetos distantes de la persona que habla, y también de la persona á quien se habla, si interviniere en el discurso. Aquel, aquella, aquellos, aquellas se usan como sustantivos y como adjetivos, pero cuando son sustantivos se marcan con acento; aquello es siempre sustantivo: Aquel niño, aquella niña, aquellos árboles, aquellas casas; Entre todos los árboles, entre todas las casas el más alto me parece aquél, la más alta me parece aquélla; lo alcanzo á distinguir qué es aquello.

a) Con respecto al lugar señala un objeto distante que se halla materialmente á la vista. «Estos son, Orestes, los campos de Grecia, do te han traído tus altos deseos; aquella que ves lejos es Argos, la antigua ciudad.» P. de Oliva, La venganza de Agamenón (1. 177). «¿Ves aquella polvareda que allí se levanta?» Cerv. Quij. 1. 18 (R. 1. 2902). «Aquel caballero que allí ves de las armas jaldes --- es el valeroso Laurcalco.» Id. ib. (R. 1. 2911). «Mas por aquella loma ½ Con sosegada planta, ½ Al viento dando el pastoril acento, ½ El dulce Arcadio asoma.» Mel. égl. 1 (R. 63. 1751). «Allá más lejos ½ Dentro de aquella gruta solitaria ½ Que guarda el olmo en cavidad sombría ---» Quint. Poes. A Cienfuegos (R. 19. 312).

b) Con relación al tiempo señala una época lejana, en lo pasado ó en venidero.

a ) Pasado. «Solo fui el triste entre tantos libres, porque fueron quince mil cristianos los que aquel día alcanzaron la deseada libertad.» Cerv. Quij. 1. 39 (R. 1. 3632). «¿No te acuerdas que buscaba ½ Por prados, por arenales, ½ Por sierras, por altos montes ½ Una oveja aquella tarde?» Lope, La buena guarda, 3 (R. 41. 3411). «Ni el triunfo, allá en la justa, del mancebo, ½ Ni la pasión que descubrió en su frente ½ Su mente exaltan en aquel momento.» A. Saav. Moro expós. 2 (2. 52).

«Es que el dicho don García ½ Llegó ayer en aquel día ½ De Salamanca á Madrid.» Alarcón, La verdad sospechosa, 2. 13 (R. 20. 3322).

a a ) Se usa para representar una persona ó una cosa en una situación ya pasada que contrasta vivamente con la actual. «El daño está en que yo pienso que no eres el Anselmo que solías, y tú debes de haber pensado que tampoco yo soy el Lotario que debía ser; porque las cosas que me has dicho ni son de aquel Anselmo mi amigo, ni las que me pides se han de pedir á aquel Lotario que tu conoces.» Cerv. Quij. 1. 33 (R. 1. 3421). «Las razones que aquí has dicho, ½ Dijo aquel tú, y otras muchas, ½ Que todas se encaminaban ½ A desear mi ventura.» Id. El laberinto de amor, 3 (Com. 2. 166). «Yo aquel que en los pasados ½ Tiempos canté las selvas y los prados --- ½ Ahora en instrumento menos grave ½ Canto de amor süave ½ Las iras y desdenes.» Lope, Gatom. 1 (Obr. suelt. 19. 172). «No os admiréis, les digo, ½ Que llore y que suspire ½ Aquel barquero pobre, ½ Que alegre conocistes.» Id. Dorotea, 3. 1 (Obr. suelt. 7. 175). «No huyades, la condesa, ½ No os queráis espantar, ½ Que yo soy el conde Dirlos, ½ Vuestro marido carnal. ½ Estos son aquellos brazos ½ En que solíades holgar.» Romanc. (R. 10. 2041).

b ) Futuro. «Si, como dice el Profeta, los montes en aquel día se derretirán delante la cara de Dios, ¿cómo nuestros corazones son más duros que las penas, pues aun con esto no se mueven?» Gran. Orac. y consid. 1, jueves en la noche (R. 8. 452). «A mil gentes que agraviadas ½ Tenéis con vuestra porfía ½ Dejaréis en aquel día ½ Alegres y bien vengadas.» León, Poes. 2, Vuestra tirana exención (R. 37. 381). «Y luégo después de la tribulación de aquellos días el sol se obscurecerá y la luna no dará su lumbre, y las estrellas caerán del cielo.» Scío, S. Mat. 24. 29.

«Mañana en aquel día me habéis de armar caballero.» Cerv. Quij. 1. 3 (R. 1. 2601). Véase Clemencín, sobre este lugar.

c) Señala enfáticamente un objeto muy conocido, como si se le viera á cierta distancia descollando entre los demás. «Tomóla la capitana de Nápoles, llamada la Loba, regida por aquel rayo de la guerra, por aquel venturoso y jamás vencido capitán D. Alvaro de Bazán.» Cerv. Quij. 1. 39 (R. 1. 3632). «Preguntáronle á Julio César, aquel valeroso emperador romano, cuál era la mejor muerte.» Id. ib. 2. 24 (R. 1. 4561). «Ni aquella soberbia Roma, que pudo con armas sujetar al mundo, pudo con todos sus tormentos vencer la Iglesia.» Gran. Símb. 5. 2. 11 (R. 6. 6272). «Amigos, ¿qué se hizo aquella tan antigua república, aquel famosísimo templo?» Id. ib. 2. 14 (R. 6. 3162). «¿Cuándo veré aquellos palacios de oro, aquellos jardines de flores eternas?» Id. Mem. vida crist. 7. 2. 1, § 11 (R. 8. 4081). «Si tú eres hija de Cidipe y ésta ½ Nació del dios de nuestro noble río, ½ El de Silvano es hijo, cuyo padre ½ Fue Pan, aquel gran dios de los pastores.» Jáur. Aminta, 1 (R. 42. 1332). «Tú, aquel potente dios á quien el Dauro ½ Señor te hace de mayores bienes.» Espinosa, Fáb. del Genil (R. 29. 4762).

«En una isla llamada Ticuadra --- nació á Amílcar un hijo por nombre Aníbal, aquel que con la grandeza de sus hazañas y con la fama de su valor hinchó la redondez de la tierra.» Mariana, Hist. Esp. 2. 6 (R. 30. 351). «¿Quién podrá decir que esta señora que está á mi lado, es la gran reina que todos sabemos, y que yo soy aquel caballero de la Triste Figura, que anda por ahí en boca de la fama?» Cerv. Quij. 1. 37 (R.1. 3601).

«Tiene en los labios ½ Los contagiosos resabios ½ De aquella caterva moza: ½ Aquel hablar arrojado, ½ Mentir sin recato y modo, ½ Aquel jactarse de todo, ½ Y hacerse en todo extremado.» Alarcón, La verdad sospechosa, 2. 5 (R. 20. 3283). «¿No son de Leonisa, cielos, ½ Estos ojos, esta cara, ½ Aquel aire, aquel hechizo, ½ Aquella risa, aquel habla?» Tirso, Esto sí que es negociar, 2. 14 (R. 5. 2573).

a ) En ocasiones se usa para realzar alguna cualidad representándola lejana, como si se concibiese su cabal desenvolvimiento en el campo de lo ideal. «Debe ser una historia que agrade é interese á todos los lectores --- que esté llena de incidentes oportunos, animada con la variedad de caracteres y descripciones, y que se conserve en toda aquella propiedad de sentimientos y aquella elevación de estilo que requiere un poema de la mayor nobleza.» Jovell. Human. castell. Poét. (R. 46. 1421). «Me aseguran que no hay en Suiza todo aquel desinterés republicano, aquella energía de ánimo que es tan necesaria en estos peligros inminentes.» Mor. Obr. póst. 1, p. 303. «Llamo yo filosofía de la elocuencia aquella sabiduría, aquella discreción en producir con vigor, gracia y propiedad de palabras lo que se engendra en nuestro discurso.» Capm. Filosof. eloc. pról. (VII).

b ) Se usa familiarmente para encarecer el aspecto que ha ofrecido alguna cosa ó la importancia del papel que ha desempeñado. Se puso el hombre como una furia; si hubieras visto aquellos ojos. «No, pues los de arriba bien se conoce que son del arte. ¡Válgame Dios! ¡cuántos [versos] han echado por aquella boca! Hasta las mujeres.» Mor. La comedia nueva, 1. 1 (R. 2. 3582).

d) Perdiendo mucho de la énfasis que lleva en los casos que se acaban de notar, se usa como antecedente del relativo ó acompañando á la palabra que desempeña este oficio; si bien conserva todavía algo de su fuerza, como se echa de ver reemplazándolo con el artículo el, la, etc. «La que es buena por temor ó por falta de lugar, yo no la quiero tener en aquella estima en que tendré á la solicitada y perseguida, que salió con la corona del vencimiento.» Cerv. Quij. 1. 32 (R. 1. 3401). «Bueno es que quiera darme vuestra merced á entender que todo aquello que estos buenos libros dicen sea disparates y mentiras.» Id. ib. 1. 32 (R. 1. 3401). «Abrazó Hernán Cortés su consejo, admirándose de hallar tan buena política en el cacique, á quien debió de enseñar algo de la razón que llaman de estado aquello poco que tenía de príncipe.» Solís, Conq. de Méj. 1. 15 (R. 28. 2222). «Cuando se habla de guerra, suele ser engañosa virtud la prudencia, porque tiene de pasión todo aquello que se parece al miedo.» Id. ib. 2. 16 (R. 28. 2541).

a ) A estilo latino, aquel se separa elegantemente del relativo, quedando yuxtapuestas, y no intercalada una en otra, las proposiciones en que cada uno figura. «Yo tengo para mí, oh amigo, que no es una mujer más buena de cuanto es ó no es solicitada, y que aquélla sola es fuerte, que no se dobla á las promesas, á las dádivas, á las lágrimas y á las continuas importunidades de los solícitos amantes.» Cerv. Quij. 1. 33 (R. 1. 3412). «Aquella intención se ha de estimar en más, que tiene por objeto más noble fin.» Id. ib. 1. 37 (R. 1. 1601). «Aquel decimos ser mejor médico, que mejor cura y más enfermos sana.» Gran. Símb. 5. 2. 28, § 1 (R. 6. 6691).«Aquella con verdad se podía llamar edad dorada y tierra bienaventurada, do el príncipe amaba á su república y la república adoraba á su príncipe.» Guev. (Capm. Teatro, 2. 70). «Aquel provechosamente usa de lo temporal, próspero ó adverso, gozoso ó triste, que no se le pega el corazón á ello.» Avila, Audi, 4 (Míst. 3. 133). «Aquella gloria es segura, que nace de la generosidad y se contiene dentro de la razón y del poder.» Saav. Emp. 15 (R. 25. 442). «Aquél entre los héroes es contado ½ Que el premio mereció, no quien le alcanza.» Epíst. moral (R. 32. 3872). «Verdades digo; ½ Y aquél es mejor amigo, ½ Que desengaña mejor.» Alarcón, El semejante á sí mismo, 2. 13 (R. 20. 733).

«Por entonces templó la fantasía, ½ Que aquello es cuerdo lo que duerme un loco.» Lope, Gatom. 2 (Obr. suelt. 19.194).

a a ) Otra inversión puramente latina nos ofrece el siguiente pasaje: «Suele no pocas veces acontecer que los que pensaban con sus consejos remediarnos, aquéllos nos meten en mayores peligros.» Guev. (Capm. Teatro, 2. 97).

b ) Se usa enfáticamente en las exclamaciones para representar como á cierta distancia el objeto de nuestros afectos. «¡Miserable de aquel --- que tiene la honra espantadiza, y piensa que desde una legua se le descubre el remiendo del zapato!» Cerv. Quij. 2. 44 (R. 1. 4961). «¡Triste de aquel que vive destinado ½ A esa antigua colonia de los vicios, ½ Augur de los semblantes del privado!» Epíst. moral (R. 32. 3881). «¡Pobre de aquel que corre y se dilata ½ Por cuantos son los climas y los mares ½ Perseguidor del oro y de la plata!» Ib. (R. 32. 3882).

e) Aplicado á la reproducción de conceptos expresados en el discurso, denota lo mencionado antes, con tal que no preceda inmediatamente; pues en tal caso se diría este. «Añadióse á ellas [á las acusaciones] el desabrimiento de que el que más las enconase fuese el cabildo de Ciulad Real, por medio de su apoderado Gil Quintana, aquel deán de la iglesia de Chiapa que dio en la cuaresma del año de 1545 ocasión con su inobediencia y rebeldía á los escándalos desacatos que se han referido arriba.» Quint. Las Casas (R. 19. 4731). «Se ordenó --- que todas las mujeres se entrasen en el camaranchón ya referido, y que los hombres se quedasen fuera como en su guarda; y así fue contento el oidor que su hija --- se fuese con aquellas señoras.» Cerv. Quij. 1. 42 (R. 1. 3751). «Tomada que fue Tarifa, primero quedó en ella por gobernador D. Rodrigo, maestre de Calatrava; después Alonso Pérez de Guzmán se ofreció de defender aquella plaza con solo que le diesen la tercera parte de lo que a otros se solía dar.» Mariana, Hist. Esp. 14. 15 (R. 30. 4251). «Tratando conmigo un caballero principal, mancebo, me dijo que si quería hacer monesterio en Valladolid, que él daría una casa que tenía --- Murió muy en breve, harto lejos de adonde yo estaba. Díjome el Señor que había estado su salvación en harta aventura, y que había habido misericordia de él por aquel servicio que había hecho á su Madre en aquella casa que había dado para hacer monesterio de su orden.» Sta. Ter. Fund. 10 (R. 53. 1962). «Es un secreto tan grande y una merced tan subida lo que comunica Dios allí al alma, y el grandísimo deleite que siente el alma, que no sé á qué lo comparar, sino á que quiere el Señor manifestarle por aquel momento la gloria que hay en el cielo por más subida manera, que por ninguna visión ni gusto espiritual.» Ead. Mor. 7. 2 (R. 53. 4832).

 — a ) Cuando se trata de reproducir separada é individualmente dos conceptos anteriores, aquél señala el más distante, así como éste el que se acaba de nombrar. «Divididos estaban caballeros y escuderos, éstos contándose sus vidas y aquéllos sus amores.» Cerv. Quij. 2. 13 (R. 1. 4282). «Si un mismo premio se da al vicio y á la virtud, queda ésta agraviada aquél insolente.» Saav. Emp. 23 (R. 25. 642). «El verde mirto y el laurel hermoso, ½ Aquél á Venus y éste á Febo caro.» F. de la Torre, 3, égl. 1 (87).

a a ) En el principio de la Gatomaquia están sin duda trocados los oficios de los dos demostrativos, pues el sentido exige que éste se refiera á selvas, que es el nombre más distante, y aquél á prados, que es el más cercano. Por esta razón Bello (Gram. cast. § 130, e) ha corregido el texto común así: «Yo aquel que en los pasados ½ Tiempos canté las selvas y los prados, ½ Estas, vestidas de arboles mayores, ½ Aquéllos, de ganados y de flores.» (Lope, Obr. suelt. 19. 172).

f) Alterna con voces demostrativas y relativas en las enumeraciones y para distribuír diversas acciones en varios sujetos. «Este la maldice y la llama antojadiza, varia y deshonesta; aquél la condena por fácil y ligera; talla absuelve y perdona ---» Cerv. Quij. 1. 51 (R. 1. 3972). «¿No has visto tú representar alguna comedia adonde se introducen reyes, emperadores y pontífices, caballeros, damas y otros diversos personajes? Uno hace el rufián, otro el embustero, éste el mercader, aquél el soldado, otro el simple discreto, otro el enamorado simple, y acabada la comedia y desnudándose de los vestidos della, quedan todos los recitantes iguales.» Id. ib. 2. 12 (R. 1. 4271).

g) Se usa con una fuerza análoga á la que tiene ese cuando se dice: por esos mundos, por esos trigos; pero acaso pertenece aquel á un estilo más elevado. «Todos á una voz por aquellos aires cantaban alabanzas á Dios.» Gran. Adic. al Mem. med. 5, § 2 (R. 8. 5142). «Mira á los discípulos por el contrario, tendidos por aquel suelo, durmiendo con un sueño tan pesado, que no basta ni la reprehensión del maestro --- para hacerlos ser en sí.» Id. Orac. y consid. 1, martes por la mañ. (R. 8. 692). «Comenzó á bramar y echar espumajos por la boca, y torcella, y hacer visajes con el gesto, dando de pie y de mano, revolviéndose por aquel suelo á una parte y á otra.» Mend. Lazar. 5 (R. 3. 891).

h) Se usa familiarmente como sustantivo, en la forma aquél, para denotar algo que no se quiere ó no se acierta á nombrar. En este caso le precede algún modificativo. Tómase á menudo por Gracia, donaire, atractivo. «Fulana tiene mucho aquél.» Acad. Dicc. «El trata ½ Con güen aquél á los probes, ½ Y es garboso.» T. Iriarte, La señorita malcriada, 1. 3 (7. 127). «El mozo se ciscó; mas ella se estaba repantigada á lo de mi suegro, como si fuera el padre, con mucho aquél.» Quev. Cuento de cuentos (R. 48. 4151). «En fin tengo ½ Diez mil ducados de renta; ½ Mas con tantas campanillas, ½ Tanto aquél, tantas riquezas... ½ Escandalícese usted: ½ No falta quien me desprecia.» Bretón, A Madrid me vuelvo, 2. 3 (1. 80). «¿Qué estás diciendo? ½ ¾¡La verdad! Que no comprendo ½ Tanto aquél y tanto ramo. ½ Todos los días regala ½ Uno á la señora.» Núñez de Arce, Justicia providencial, 1. 1 (234).

i) También se usa familiar ó vulgarmente por uno de dos casados para designar al otro. «¿Y cómo tienes á la costilla? — Aquélla, buena, mejorando lo presente.» Trueba, Cuentos de vivos y muertos, La ambición, 81.

Nota.

a) Hállase usado con frecuencia aquel en lugar de aquella cuando el sustantivo siguiente empieza por a aguda: aquel alma, aquel agua, aquel arca. Véase Salvá, Gram. cast. sint. cap. 10. «Venía á aquel alma un poder que señoreaba toda la tierra.» Sta. Ter. Adic. á la Vida (R. 53. 1531). «Me dijo el Señor que me diese priesa, que padecía mucho aquel alma.» Ead. Fund. 10 (R. 53. 1962). «Parece que quiere nuestro Señor, que todos entiendan, que aquel alma es ya suya.» Ead. Mor. 6. 4 (R. 53. 4682). «Parece le pone el Señor allí por ayuda de aquel alma.» Ead. ib. 6. 8 (R. 53. 4752). «Con esto tentaré aquel alma fiera.» León, Poes. 2, égl. 8 (R. 37. 261). «¡Qué gozos y júbilos ocuparon aquella santísima, cuando el Espíritu Santo sobrevino en ella ---!» Rivad. Flos. SS. Encarnación (Vida de Cristo, 136). «Es cierto que adonde el Padre y el Hijo vienen, también viene el Espíritu Santo, no solamente enriqueciendo aquel alma en que viene con sus dones, sino también con su real presencia.» Id. ib. Pentecostés (ib. 309). «Aun no había cortado Proserpina ½ El rubicundo pelo, ni aquel alma ½ Por víctima ofrecido al Oreo Estigio.» T. Irlarte, Eneida, 4 (3. 330). «Aquel alma apacible y casi indiferente á las emociones del corazón ó de la fantasia.» Cueto, Bosq. hist. 5 (R. 61. l). «Desde que entré aquí puse los ojos en aquel arpa.» Lope, Dorotea, 2. 5 (Obr. suelt. 7. 129). «Dáme aquel arpa, Cella.» Id. ib. 5. 9 (ib. 433). «Hasta tener cierta edad ½ No dan aquel agua pura.» Id. El cardenal de Belén, 1 (R. 41. 5911). «Fue aquel agua de virtud tan grande, ½ Que en sí volvió.» Jaur. Aminta, 5 (R. 42. 1481). «Aquel agua se convierte en sabandijas.» Cañizares, en Mor. Obr. póst. 3, p. 167. «¿Cuánto mayor cosa es tu sacramento que aquel arca?» Gran. Mem. del crist. 16 (R. 11. 1922). «Descúbrese en aquel acta el espíritu del siglo décimoctavo.» M. de la Rosa, Esp. del siglo, 2. 11 (5. 87).

b) Aquel, lo mismo que los demás demostrativos, puede ir separado del sustantivo por un adjetivo, un complemento ó una proposición. En este últImo caso es necesario, para que no disuene la construcción, que el sustantivo vaya acompañado de un adjetivo. «A lo último se había venido á recoger á aquel su castillo.» Cerv. Quij. 1. 3 (R. 1. 2602). «Pensaba sacudir presto de su cuello aquella para él tan pesada carga.» Id. Nov. 2 (R. 1. 1302). «Aquella que allí ves luciente estrella, ½ Del alba precursora, ½ Bella madre de amor, de amores muere, ½ Y enamorada luce y enamora:» Quint. Pastor fido, 1 (R. 19. 211; el original: «Quella che lassù miri innanzi allalba, ½ Cosi leggiadra stella, ½ Arde d’amor anchella.» 1. 1).

c) Puede posponerse al sustantivo, pero en tal caso éste ha de llevar el artículo definido. «Aun podría ser que me deparase la aventura aquella de Amadís, cuando se llamaba el caballero de la Ardiente Espada.» Cerv. Quij. 1. 18 (R. 1. 2902). «El pajarillo aquel que dulcemente ½ Canta y lascivo vuela.» Quint. Poes. Pastor fido, 1 (R. 19. 211). «Desde el momento aquel, beldad ninguna ½ Mis ojos aduló con su atractivo.» Id. El duque de Viseo, 1. 2 (R. 19. 442). «Sobre la losa helada del sepulcro ½ Deja el collar precioso, y huye lejos ½ Del sitio aquel, que profanado juzga.» A. Saav. Moro expós. 2 (2. 57). «Y los siete cipreses que cercaban ½ El sitio aquel, sus puntas verdinegras ½ Agitaron á un soplo repentino ½ Con lúgubre rumor.» Id. ib. 4 (2. 131). «Las varias y terribles sensaciones, ½ Que en el espacio de la noche aquella ½ El alma generosa de Mudarra ½ Sacudieron con rápida violencia, ½ Su vigor agotaron.» Id. ib. 4 (2. 142). «Ella en el reino aquel prudente manda.» Hartz. La campana (416).

Per. antecl. Siglo XV: (Nótense las formas aquelli, aquelo, aquela; quelo, quela son dudosos.) «Aquel que con ellos se combatia no lo pudo conocer.» Am. de Gaula, preámb. (R. 40. 11). «No curemos de saber ½ Lo de aquel siglo pasado ½ Qué fue de ello.» J. Manr. Coplas (Fern. 16. 51). «Mandó á Alonso Alvarez de Écija, comendador de Azuaga, que cavalgase con cincuenta de caballo, é fuese á ver que cosa era aquello.» Crón. Juan II, 4. 28 (R. 68. 3281). «Vi las cavernas de las eolias ínsulas, por la luenga edad de los fados cerradas, ser abiertas y salir et proceder de aquellas vientos de innumerables opiniones et dudas.» Vis. delect. 1. 1 (R. 36. 3411).

Siglo XIV: «Tú me gana, e oluidados sean [mis pecados] por la tu mesura. ½ E me lieua [á] aquel altura do es el plaser entero.» Rim. de Pal. 783 (R. 57. 4501). «E si non lo diere ó non oviere de que pague, que pague el alguacil cuyo fuere el ome, aquello que oviera de pagar el ome que fiço el yerro.» Orden. de Alcalá, 20. 5. 5 (38). «Quando oyó lo que le envió decir aquel caballero de Avila, ovo ende muy grand placer.» Crón. Alf. XI, 1 (R. 66. 1732). «Dios les dio aquel dia ½ Grant seso e saber.» Alf. XI, 62 (R. 57. 4791).

Siglo XIII: «Aquellos aman et temen á Dios, que aman et temen á los reyes que tienen su logar en tierra.» Part. 2. 13. 15 (2. 114). «La simonia se faz á las veces de parte de aquel que da el beneficio ó la orden, et á las veces de aquel que lo recibe.» Part. 1. 27. 17 (1. 436). «E que iure el cristiano que non se face aquela carta mas de tres por cuatro, ni a de pagar mas por ella, ni de dar pan, ni dineros, ni otra cosa ninguna en razon de quelo que da.» Leyes nuevas, preámb. (O. L. 2. 181; más abajo: «daquelo quel da.») «E mató a Faraon e a su hueste, que yvan en pos ellos en quela mar.» lb. 28 (O. L. 2. 195). «Aquel rrey es aventurado el que mejora el rregno de su padre con el.» Buenos proverbios (Knust, Mitth. 27). «E si non ovier otro vino, devel dar de aquello que él beve.» Fuero viejo, 1. 8. 1 (38). «E si lo dixiere con falsedad --- sea dado por siervo á aquel á quien acusó, é reciba aquela pena en sí mismo y en sus cosas, qual querie fazer que recibiesse aquel quien el acusaba.» Fuero Juzgo, 6. 1. 6 (103). «Onde convien que el omne mostre en sí bonas obras, que por aquello entienda el nuestro Sennor, que somos sos bonos obreros.» Ib. preámb. 4 (VI). «Y vido a su padre que llamaban Garçia, ½ Aquelli que non quiso seguir nulla folia.» Berc. S. Oria, 85 (R. 57. 1401). «Besaba le los pies aquel Munno Guztioz.» Cid, 2935 (R. 57. 311).

Test. lat. hisp. «Et iurent quod in illa ora ibi fuerunt quando achela buelta fuit facta.» Fuero de Madrid, año 1202 (Mem. Acad. Hist. 8. 30). «Et mitat in la iura quod achelos son los homines primeros que uenerunt alas uoces.» Ib. (ib. 8. 31).

Etim. Port. aquelle; gall. aquel, aquil; cat., val., mall. aquell; prov. aquel, aquelh; it. quello: representa los elementos latinos eccuille, he aquí aquel. La vocal inicial se explica lo mismo que en ahí, allá, allí.

Pros. Cuando aquel precede al sustantivo, tiene el acento algún tanto débil, pero no tan insignificante que no bastase á destruír el verso de Iriarte: «Las maravillas de aquel arte canto.» Pospuesto, cobra el acento particular fuerza.