APEAR.
APEAR. v.
Todas las acepciones se reducen en última instancia al concepto
etimológico de pie; pero como no proceden seguidamente unas de otras,
sino que se refieren á su origen mediante formaciones ó aplicaciones diversas,
es menester distribuírlas en varios grupos cuyo valor originario puede representarse
así: I, poner á pie; II, recorrer á pie, medir por pies; III, poner pie (cp.
pie de amigo) ó apoyo; IV, poner apea.
1. (I)
a) Desmontar ó bajar á alguno de una caballería ó carruaje (trans.).
— a )
«Pidió en entrando un aposento, y como le dijeron
que en la venta no le había, mostró recebir pesadumbre, y llegándose á la
que en el traje parecía mora, la apeó en sus brazos.»
Cerv. Quij. 1. 37 (R. 1. 3591). «Vaya
la vuestra grandeza á apear á mi señora la duquesa.»
Id. ib. 2. 31 (R. 1. 4691). «Hasta
llegar á este sitio, ½ Donde gozoso os apeo, ½ A la mula abrojos quito, ½ Ella pace, y yo
descanso ½ Mientras
adorando os miro.» Tirso, Desde Toledo á Madrid,
2. 13 (R. 5. 4922).
— a
a ) Refl. «Apeáronse los cuatro, y fueron á apear los dos ancianos.» Cerv. Nov. 8 (R. 1. 1962). «Apeándose los cuatro de á caballo --- fueron á apear la mujer
que en el sillón venía.» Id. Quij. 1. 36
(R. 1. 3551). «A poco
espacio que con él hablaron, el caballero se apeó.»
Id. Gal. 4 (R. 1. 472). «Sólo digo que vuesa merced no se apee, porque
no tengo cama que darle.» Id. Nov. 9 (R.
1. 1991). «Acosado de sus pensamientos, le fue forzoso apearse
y arrendar su caballo á un árbol.» Id. Quij.
1. 35 (R. 1. 3541). «Vio
que eran dos hombres á caballo, y que el uno dejándose derribar de la silla,
dijo al otro: Apéate, amigo, y quita los frenos á los caballos.»
Id. ib. 2. 12 (R. 1. 4272). «Apeaos,
buen hombre, y pues sois el leonero, abrid esas jaulas, y echadme esas bestias
fuera.» Id. ib. 2. 17 (R. 1. 4381). «En esto llegó D. Quijote, alzada la visera, y dando muestra
de apearse, acudió Sancho á tenerle el estribo.»
Id. ib. 2. 30 (R. 1. 4681).
— b
b ) Part. (de ordinario dep.)
«En estas pláticas se entretuvieron el caballero
andante y el mal andante escudero, hasta que llegaron donde, ya apeados, los
aguardaban el cura, el canónigo y el barbero.» Cerv.
Quij. 1. 49 (R. 1. 3922). «Vino
á verle su dama, ½ Aunque
tenía en un desván su cama, ½ Adonde la carroza no podía ½ Subir por alta y
por la estrecha vía; ½ Pero en fin, apeada, ½ Entró de su escudero acompañada.» Lope, Gatom. 1 (Obr. suelt. 19. 182).
— b )
Con de, para expresar la caballería ó carruaje que se deja. «Se llegaron á Sancho, y, apeándole del asno, uno dellos entró
por la manta de la cama del huésped.» Cerv. Quij.
1. 17 (R. 1. 2892).
— a
a ) Refl. «Apeándose del asno, dio á palos tras los muchachos.» Cerv. Nov. 8 (R. 1. 1941). «Apeándose de una sierpe en que venía caballero, entró en el
aposento.» Id. Quij. 1. 7 (R. 1. 2681).
«El vizcaíno, que así le vio venir, aunque quisiera
apearse de la mula --- no pudo hacer otra cosa sino sacar su espada.» Id. ib. 1. 8 (R. 1. 2711). «Cuando estaba por las bardas del corral mirando los actos de
tu triste tragedia, no me fue posible subir por ellas, ni menos pude apearme
de Rocinante.» Id. ib. 1. 18 (R. 1. 2901). «Se apeó del jumento, y, sentándose al pie de un árbol, comenzó
á hablar consigo mismo.» Id. ib. 2. 10 (R.
1. 4222). «Apeáronse
de sus bestias amo y mozo.» Id. ib. 2. 60 (R. 1. 5301). «Apenas hubo oído el nombre de Cervantes, cuando apeándose de
su cabalgadura --- arremetió á mí.» Id. Pers.
pról. (R. 1. 560). «A la puerta
de casa ½ Se
apean tres caballeros ½ De tres hermosos caballos.» Lope,
El mejor alcalde el rey, 3. 10 (R. 24. 4891). «De un caballo feroz ½ Se apea.» Id. Contra
valor no hay desdicha, 3. 11 (R. 41. 142). «Tres
hombres ¡bravo rigor! ½ Se apean de un coche allí.»
Id. La mayor virtud de un rey, 3. 7 (R. 41. 901). «Sintió mucho la madre el haber de apearse y salir en público
ella y sus monjas delante de aquella gente, pero no pudiéndolo excusar, apeáronse
todas de sus carros.» Yepes, Vida de Sta. Ter.
2. 27 (Míst. 1. 228)
— b
b ) Part. «Apeados de sus rocines, defendían el paso á la caballería católica.»
Coloma, Guerras de los Est. Bajos, 3 (R. 28. 372).
— g
) Con á, para denotar el lugar adonde uno ha llegado con el fin de
entrar después de desmontarse. «Acompañado de los suyos á manera de triunfador
hizo su entrada y se fue á apear al alcázar.» Mariana,
Hist. Esp. 9. 16 (R. 30. 2672). «Cuando
el mismo rey D. Fernando se vio en Saona con el rey de Francia, asentó á su
mesa al Gran Capitán, á cuya casa se fue á apear cuando entró en Nápoles.» Saav. Emp. 58 (R. 25. 1571). «Fuese á apear á una posada.» Yepes,
Vida de Sta. Ter. 2. 22 (Míst. 1. 199).
— «Veo
un coche y gente cortesana ½ Apearse á una casa prevenida.» Lope,
Porfiando vence amor, 1. 16 (R. 41. 2421).
— d
) Con en, que expresa sencillamente el interior del lugar donde uno
se desmonta (Apearse en el patio, en el zaguán), ó, por una especie de prolepsis,
el exterior ó frente del lugar á que va uno á entrar, ó donde piensa alojarse
(Apearse en una posada). «Piso el umbral y en el zaguán me apeo.» V. de Guevara, Reinar después de morir, 1 (R. 45. 1101).
«Arrastrar [veo] colas de potros ½ A quien de carro
triunfal ½ Se
apeó en el Capitolio.» Góng. rom. 35 (R.
32. 5172). «Llegámos á Medina del Campo víspera de nuestra
Señora de Agosto, á las doce de la noche; apeámonos en el monasterio de Santa
Ana, por no hacer ruido, y á pie nos fuimos á la casa.»
Sta. Ter. Fund. 3 (R. 53. 1842). «Llegámos
á la villa; apeámonos en mesón.» Quev. Gran Tac.
4 (R. 23. 4931). «En
estas pláticas llegámos á Rejas, apeámonos en una posada.»
Id. ib. 8 (R. 23. 4991).
— a
a ) Donde envuelve indistintamente
los dos sentidos de á y en. «En
una hostería ó posada donde me apeé hallé al conde Arnesto.»
Cerv. Nov. 4 (R. 1. 1571). «Le
mandó que se viniese á Toledo y le esperase en la posada del Sevillano, donde
vendría á apearse.» Id. ib. 8 (R. 1. 1852).
«No me había parecido bien una [posada] donde me
había apeado.» Id. Pers. 3. 6 (R. 1. 6342).
— e
) Con de, para expresar el lugar de donde se viene (raro). «En
aquel mismo instante ½ Que os vi en Madrid, de Sevilla ½ Acababa de apearme.» Mto. El parecido en la corte, 3. 7 (R. 39. 3263).
b) met. Refl. Tratándose de un lance apurado, Hallarle salida,
de ordinario ridículamente. «¡Qué
demonio de guitarra! ½ ¡Si esto parece un cencerro! ½ — ¡Miren por dónde se apea ½ El señorito!» Bretón, A Madrid me vuelvo, 3. 6 (1. 90).
2.
a) Por extensión se dice de las cosas (trans.). «Acudid, Otáñez, vos ½ A ver apear la ropa
½ Del
carro.» Cald. El escondido y la tapada, 2. 7 (R. 7. 4681).
b) En general, Bajar, echar abajo. «El
leveche furioso sobrevino, ½ Que el árbol alto de su altura apea.» Villav. Mosq. 5 (R. 17. 5911).
c) Arq. Bajar de su sitio alguna cosa, como las piezas de un retablo,
de una portada, etc. Acad. Dicc.
d) En el corte de maderas en los montes, Cortar por su pie y derribar
un árbol. Dicc. Marít.
3. met.
a) Quitar á alguno de su empleo ó destino (trans.).
— a )
«Apearle muchas veces significa derrocarle de la
dignidad en que estaba.» Covarr.
— a
a ) Part. «El que ha ocupado un empleo, aunque no sea más que un solo
día, y al otro queda apeado, ése lleva ya la honrosa denominación de cesante.» Gil y Zárate, El cesante (Album liter. esp. 62.
Madrid, 1846). «Creerá cándidamente
que el verdadero motivo para dejar á un hombre apeado, ha de ser sólo su ineptitud,
su inmoralidad ó su mal comportamiento.» Id. ib.
(65).
— b
) Con de, para expresar el destino. «A.
N. le han apeado de la intendencia.» Salvá, Dicc.
— a
a ) Part. «Aunque de repente se vio apeado del gran poder que tenía, no
se olvidó de sus mañas.» Mariana, Hist. Esp.
12. 7 (R. 30. 3502).
b) Disuadir á alguno de su dictamen ú opinión (trans.) (fam.).
— a )
«No pude apearle.» Acad.
Dicc. «Es un gran rey. —
Mas pudiera ½ No
ser tan tenaz y duro. ½ Pues nadie, nadie lo apea ½ En diciendo no.» A.
Saav. D. Álvaro, 4. 6 (4.173).
— a
a ) Refl. Renunciar, dejar. Con
de. «Se desnude del amor á sí mismo, y se apee de la
presunción en que le pone la dignidad.» Núñez, Emp.
16 (Dicc. Autor.).
c) Aplicado á cosas, Quitar. «Yo
no quiero olvidar advertencia (que apea nuestra presunción) arrimada á las
palabras de Dios, para que conozcamos que de nosotros no podemos esperar sino
muerte y condenación.» Quev. Polít. de Dios, 1. 2 (R. 23. 122). «Estoy loco de contento --- Carlotita, á usted
le apearé el tratamiento, que no quiero engreírme; nosotros, señor don Fabián,
siempre amigos.» M. de la Rosa, ¡Lo que puede un empleo! 2. 9 (3. 22).
4. (II)
a) Pasar á pie, vadear (trans.) (ant.). «Apear el río.» Covarr.
— a
) Absol. Hacer pie (ant.). «Vino
por alta mar una tortuga é llegó tan cerca de la isleta, que ovo lugar quel
licenciado entró en la mar apeando, é aquel su criado Espinosa fue por detrás
é la assió del collar.» Oviedo, Hist. de Indias, 50. 10 (Dicc. Autor.2).
«Mézclanse entre sí los manípulos, con el agua
ya á los pechos, ya á la garganta; y muchos, en no pudiendo apear, se iban
á fondo.» Coloma, Tác. An. 1 70 (1. 57; el original: «subtracto solo disiecti, aut obruti.»).
b) met. Compáranse las cosas muy arduas con un mar ó un abismo en
que no se puede hacer pie, que no se pueden sondear.
— a )
«Sólo aquel á quien Dios hobiere dado ojos para
ver la enfermedad y miseria en que la naturaleza quedó por el pecado --- y
el que hobiere llegado al profundo desta pobreza, y apeado este piélago tan
hondo, ése podrá entender la necesidad que el hombre tiene del socorro divino.»
Gran. Orac. y consid. 3. 1. 3, § 2 (R. 8. 1751). «Grande balumba de cosas se nos pone delante, y mayor peso que
tan pequeñas fuerzas puedan llevar; inmenso piélago y hondura, que con dificultad
podrán apear aun los grandes ingenios» Mariana,
Hist. Esp. 26. 1 (R. 31. 2402). «¿Quién
podrá dar razón desta diversidad, quién apear el abismo de la sabiduría divina?» Id. ib. 26. 17 (R. 31. 2612).
— a a ) Pas. «Lo primero que decimos es ser incomprensibles los juicios de
Dios, como el Apóstol dice, y ser, como dice David, un profundísimo abismo
que no se puede apear.» Gran. Símb. 5. 4. 6 (R. 6. 7322). «La propia voluntad --- es un abismo profundísimo,
que apenas se puede apear ni entender.» Id. Adic.
al Mem. 1. 5 (R. 8. 4351). «¿Qué
diré de los secretos juicios de Dios y de los maravillosos efectos de su divina
providencia, que son un abismo sin suelo, y no se pueden apear, y agotan el
humano entendimiento?» Rivad. Flos SS. Todos los Santos (Vida de la Virgen,
357).
c) Omitido el término de comparación, Penetrar, superar.
— a )
«Es grandísima presunción y locura querer yo apear
y comprender esta infinita sabiduría de Dios, porque infinitamente excede
á toda capacidad de hombres y ángeles.» Puente,
Med. 6. 15 (3. 341). «Grave disputa es ésta, enmarañada, escabrosa,
de muchas entradas y salidas; pleito en que, si bien muchos ingenios han empleado
su tiempo en llevalle al cabo, ninguno del todo ha salido con ello, ni ha
podido apear su dificultad.» Mariana, Hist. Esp. 20. 3 (R. 31. 641). «Enséñale, que pues es hombre, no se ponga con
Dios en cuentas, ni quiera apear sus juicios.» León,
Expos. de Job, argum. (1. XXVIII
).
— a
a ) Con una prop. interr. «Los filósofos y oradores antiguos que pretendieron
averiguar cuál fuese la naturaleza divina, dándose su ingenio por vencido
y faltándoles palabras de la boca, últimamente confesaron que no podían apear
cómo fuese, sino sólo que Dios era incomprensible.»
Nieremb. Hermosura de Dios, 1. 1, § 2 (10).
5.
a) Medir, deslindar las tierras y heredades señalando sus lindes,
cotos y mojones (trans.). «Mandamos
que se reconozcan y apeen todas las dehesas del reino y pastos públicos por
ante las justicias de cada lugar.» Nov. Recop.
7. 25. 9 (3. 285). «Penarán y prenderán á los que hallaren las han
cerrado, labrado ó ocupado [las cañadas reales], visitándolas y apeándolas
por sus propias personas.» Ib. 7. 27. 22
(3. 312).
b) Tratándose de edificios, Medirlos en sus tres dimensiones. Dicc.
Autor.
6. (III) Arq.
a) Sostener con maderas ó fábricas las partes de un edificio que
se hallan capaces de subsistir, para demoler ó derribar las inmediatas, sean
inferiores ó laterales, que por su mal estado es menester renovar. (trans.).
Acad. Dicc.
b) En general, Sostener, apoyar. «Siempre
que los brochales estuvieren á lo largo de las paredes haciendo oficios de
carrera, será excusado el gatillo, y bastará apearlos por debaxo con canecillos
de hierro de cuadradillo.» Baíls, Arquit. civ.
p. 342. «En toda fábrica de carpintería los pies derechos
y demás maderos cuyo destino es apear plantados en situación vertical, van
asegurados ó apeados en la parte de arriba y la de abajo, y á imitación de
esto se han inventado las basas y los capiteles de las columnas.»
Id. ib. p. 705.
7. Calzar algún coche ó carro arrimando á la rueda una piedra ó
leño para que no ruede (trans.). Acad. Dicc.
8. (IV) Poner una apea, maniatar (trans.). «Apear una caballería.» Acad. Dicc.
Per. antecl. — Siglo
XV: «Quando llegó apeóse del caballo, e besó la espada
con gran reverencia.» Crón. Juan II, 4. 2
(R. 68. 3171). «E como
ya les fuesse de cerca, apeóse del cavallo, é fue por abraçar á la madre Venturia.»
Santill. p. 89. «Penssé que seria
mesura ½ Yo
á ella me apear.» Canc. de Baena, p. 242.
«Un picorro de cavallo ½ Traygo é otro apeado.» Ib. p. 71.
— Siglo XIV: «Mandóles
á todos apear luego, et embatióse con ellos luego.»
Crón. Alf. XI, 9 (R. 66. 1801). «Deve
fazer pregunta al reptador o al acusador, que diga sobre quales bienes labrando
fue ferido, et el reptador es tenudo de lo decir et aun de apearlos.» Leyes del est. 41 (O. L. 2. 253; * apartarlos, departirlos).
— Siglo XIII: «Eso
mesmo decimos de los pesquiridores que el rey diere para departir algunos
términos ó que sean veedores como los apean por juicio de su corte.»
Part. 3. 17. 7 (2. 543). «Si
un ome demanda a otro eredat que dis que es sua, e aquel que demanda dis que
pues quel demanda eredat, que gela apee qual eredat le demanda, el alcalle
deve mandar que gela apee, e agela de apear ante cinco testigos.»
Fuero viejo, 4. 4. 1 (110). «E si le dier fiador, devela apear aquella eredat.» Ib. 3. 6. 2 (100). «Si
un ome a demanda contra fijodalgo de eredamiento, o contra monasterio, e sil'
apeare lo que non fuer suo, deve pechar otra tal eredat, e tanto como aquella
que le apeó.» Ib. 3. 1. 9 (80). «Después
que este término es apeado por mandado del alcalle.»
Ib. 3. 1. 6 (78; item, 79). «Estava
apeada en derredor la su buena companna.» Fern.
Gonz. 497 (R. 57. 4042). «Bucifal
cayó muerto a los pies del sennor, ½ E fincó apeado el bon emperador.»
Alex. 1930 (R. 57. 2062). «Compeçó
de foyr, ½ Apeós el bon ombre por meior se encobrir, ½ Por tal que nol
podiessen los griegos perçebir.» Ib. 1028
(R. 57.1791). «Los christianos con esto foron mas esforzados,
½ Fincaron
los ynoios en tierra apeados.» Berc. S. Mill.
440 (R. 57. 781).
Etim. Existe con igual forma en los demás dialectos peninsulares, especialmente
en el sentido de desmontar; sardo appear, desmontar, atar del pie;
nap. appedare, correr tras alguno, y afianzar, apoyar. En el sentido
de Medir, deslindar, alude á la mensura por pies; véanse en Ducange los verbos
pedare, pediare, pedificare, percalcare. Por lo
que hace á la acepción de Poner apea, es de notarse la forma apiedgan
que se halla en el Espéculo, 4. 11. 16 (O. L. 1. 247); pasaje que se
reprodujo en las Partidas, pero cambiando apiedgan en apean,
según queda copiado arriba. Como en latín bajo se confundieron peda,
nombre de una medida de tierra, y pedica, lazo como apea, tendremos
que si apear corresponde á un verbo hipotético appedare, apedgar
sería appedicare; y el dicho apiedgan guardaría analogía con
piezgo, de pedicus.
Constr.
— Trans.
— Refl.: 1, a, a, a a; 1, a, b, a a; 1, b; 3, b, a, a a.
— Part.: 1, a, a, b b; 1, a, b, b b; 3, a, a, a a.
— Con á: 1, a, g.
— De: 1, a, b; 1, a, e;
3, a, b; 3, b,
a, a a.
— En: 1, a, d.
— Por: 1, b.