ANHELANTE.

ANHELANTE. adj.

a) Que anhela ó respira con dificultad. «Casi toda la plaza estaba ocupada de acémilas cargadas dellos [de libros]; y algunas, aunque traían uno solo, llegaban sudadas y anhelantes: tal es el peso de una carga de necedades, insufrible aun á los lomos de un mulo.» Saav. Rep. (R. 25. 3951). «El segador anhelante ½ En ti en la siesta abrasada ½ Llamó al sueño, que en sus brazos ½ Calmó su congoja amarga.» Mel. rom. 3 (R. 63.1333). «Llamas de nuevo ½ Con medidos compases ½ Al fugaz cefirillo ½ A tu seno anhelante.» Id. oda 42, El abanico (R. 63. 1033).

b) Ansioso. «Si corres como Dafne, y mis fortunas ½ Corren también á su esperanza vana ½ En seguirte anhelantes y importunas, ½ ¿Cuándo serás laurel, dulce tirana?» Lope, Rimas de Burg. son. 22 (Obr. suelt. 19. 22). «Mi espíritu anhelante ½ Te sigue al ecuador, te halla en el polo.» Quint. Poes. Al mar (R. 19. 201). «Ya tras el bien perdido ½ Vaga anhelante y con dolor suspira.» Id. ib. A Luisa Todi (R. 19. 62).

a ) Con de, para expresar el objeto del ansia ó deseo. «Los árabes, anhelantes de sombra y de bebida, habían fantaseado su paraíso como un lugar de delicias lleno de frescura y de fuentes murmuradoras.» Valera, Poes. y arte de los árabes, 3, p. 34.

Etim. Lat. anhelantem, anhelans, part. de anhelare, anhelar. Esta voz parece introducida por los culteranos; después de visto el pasaje siguiente de Góngora, léase Moreto, El lindo don Diego, 2. 8 (R. 39. 3612): «A media rienda en tanto el anhelante ½ Caballo, que el ardiente sudor niega, ½ En cuantas le densó nieblas su aliento ½ A los indignos de ser muros llega ½ Céspedes.» Góng. Soled. 2 (R. 32. 4771).