ABOGAR.
ABOGAR.
v.
1.
a) Defender en juicio de palabra
ó por escrito (intrans.).
— a
) Absol. «Yo soy graduado
en leyes por Salamanca; --- aquí he venido á este gran mar de la corte para
abogar y ganar la vida.» Cerv. Nov. 5 (R. 1. 1661). «No aboga el que jamás vio las escuelas ½ Como aquel que inventó
los textos mismos.» Lope, La niña de plata,
1. 5 (R. 24. 2753). «Si
abogares, dá muchas voces, y porfía.» Quev. Libro
de todas las cosas (R. 23. 4812). «En
las causas que unos defendían contra otros se mostraban tan rigurosamente
contrarios en las palabras, que parecía reñir y no abogar.»
Id. Vida de S. Pablo (R. 48. 281). «Abogaban
en el foro usando de la facundia y razones que sublimaban á los hombres al
sumo grado de reputación.» Capm. Filosof. eloc.
introd. (12).
— b
) Con por, para expresar aquello en cuyo favor se alega. «Si ella por tu causa aboga, ½ Haz cuenta que mi justicia½ Esa apelación te
otorga.» Lope, La llave de la honra, 3. 15 (R. 34. 1332).
— g )
Con acus. homogéneo (raro). «La
mujer es imposible ½
Que adquiera, tenga ni guarde ½ Hacienda, abogando pleitos ½ Ni curando enfermedades.» Lope, La venganza de las mujeres, 1. 1 (R. 41. 5083).
b) Por extensión, Defender razonando, aunque no sea en juicio.
— a )
Con por. «Mientras la viuda
y el padre de Padilla se limitaban [en el drama] á abogar cada cual por el
partido político que había seguido, la misma gravedad del asunto y el peso
de los argumentos lograban cautivar poderosamente la atención del auditorio.»
M. de la Rosa, La viuda de Padilla, advert. (3. 30).
— b
) Con en favor de, á favor de «Abogaba
con denuedo [Rey de Artieda] á favor de las composiciones dramáticas.» M. de la Rosa, Com. Esp. 4 (2. 213).
— g )
Con contra. «No quiero altercar
más contigo, que, siendo mi padre, abogas contra mí.»
Timoneda, Los Menemnos, 7 (R. 2. 2991).
2. Presentarse en defensa, interceder.
— a )
Con por, para expresar la persona ó cosa en cuyo favor se intercede.
«Mira otrosí las cinco vírgenes despedidas de las puertas del
cielo, sin que nadie abogase por ellas.» Gran. Guía,
1. 8 (R. 6. 371). «El
está en el cielo representando al Padre eterno el precio de nuestra libertad,
que son sus sacratísimas llagas, con las cuales aboga siempre por nosotros.»
Id. Símb. 5. 3. 9 (R. 6. 6932). «Los
merecimientos de tu unigénito Hijo son de infinito valor, los cuales hablan
y abogan por mí.» Id. Orac. y consid. 1.
7, § 1 (R. 8. 142). «Las
que antes daban voces contra mí, agora en su manera rogarán y abogarán por
mí.» Id. ib.1, lunes en la noche (R.
8. 251). «Así como el Hijo mostrando sus llagas al Padre,
aboga por nosotros; así esta Señora mostrando al Hijo los pechos virginales
con que lo crió, aboga por nosotros,» Id. Adic.
al Mem. med. 23 (R. 8. 5891). «Fue
conveniente que la Virgen sacratísima muriese, como lo dice la santa Iglesia,
para que con mayor confianza abogue por nosotros en el cielo.»
Rivad. Flos SS. Asunción (Vida de la Virgen, 208). «Aunque acudan á los buenos á pedir misericordia é intercesión,
no habrá quien interceda ni abogue por ellos.» Puente,
Med. 3. 57 (2. 334). «Que
no temo te aíres½ En
mirarte ofendido, ½ Pues abogando estás por pecadores.»
León, Poes. 1, canc. á N. S. J. C. (R. 37. 131).
«Abogas por el duque de Viseo.»
Lope, El duque de Viseo, 1. 10 (R. 41. 4252). —
«Mas porque es dificultoso açertar este medio,
y la carne tira siempre para sí, y aboga por su parte, por tanto siempre debe
el hombre tener por sospechosos sus pareceres en este caso.»
Gran. Orac. y consid. 2. 3, § 11 (R. 8. 1232). «¿Quién podía abogar mejor por nuestra parte, que el sumo sacerdote
del Padre?» Id. Adic. al Mem. med. 3, § 1
(R. 8. 5042). «Oh emperador
y abogado de los pobres, ¿cómo no hay quien os ampare y abogue por vuestra
causa?» Puente, Med. 4. 34 (2. 529).
— b )
Con á favor ó en favor de. «Tú,
hijo mío, ya has abogado bastante en su favor.»
Jovell. El delincuente honrado, 3. 1 (R. 46. 901).
— g
) Suelen agregarse complementos con ante ó con para expresar,
ya la persona en cuya presencia se habla, ya aquella a quien se dirige la
intercesión. «Teníamos también necesidad de un fiel abogado
y sumo sacerdote que ante el eterno Padre abogase por nosotros y procurase
el remedio de infinitas necesidades de que estamos cercados en esta vida.»
Gran. Simb. 3 9 (R. 6. 4131). «Rogámoste pues humildemente, Señora y Madre nuestra, quieras
tener fiel cuidado de nosotros, y abogar por nos ante el tribunal de tu muy
amado Hijo.» Id. Mem. vida crist. 5. 7 (R. 8. 3251).
«Tal estaba su figura, que ya no parecía
quien era, y aun apenas parecía hombre, sino un retablo de dolores, pintado
por mano de aquellos crueles pintores, y de aquel mal presidente, á fin de
que abogase por él ante sus enemigos esta tan dolorosa figura.»
Id. ib. 6. 9 (R. 8. 3631). «Por
la salud de vivos y muertos ninguna cosa aboga con mayor eficacia ante los
ojos del Padre, que la sangre preciosa de su Hijo.»
Id. ib. 3. 3 (R. 8. 2452). «El
aboga siempre ante la cara del Padre por nuestras necesidades.»
Id. Adic. al Mem. med. 2, § 2 (R. 8. 5031). —
«¿Quién podía abogar mejor por nuestra
parte con Dios, que el sumo sacerdote del Padre eterno?» Id. Serm. Anunc. (R. 11. 102).
Per. antecl.
—Siglo XV: «Otrosi
mandamos, que los dichos abogados sean condenados en costas, y aun mayor
pena por los del nuestro Consejo, quando hallaren que por malicia, ó por conoscida
ignorancia del abogado abogaron en causas injustas.»
Orden. reales, 2. 3. 34.
— Siglo XIII: «Pero
como quier que ninguno destos non puede abogar por otri, bien lo podrie facer
por sí mesmo.» Part. 3. 6. 3 (2. 435).
Etim. Lat. advocare, llamar en defensa ó auxilio, compuesto de
ad, á, y vocare, llamar, de donde advocatus, llamado
en defensa, abogado; en la baja latinidad advocare se usó intransitivamente
por hacer el oficio de abogado: advocare contra Ecclesiam pro laico,
Ducange. Port. advogar; cat. advocar; ital. avvocare.
Ortogr. Cambia la g en
gu antes de e: abogue, aboguéis.