De portar.

s.v., PORTAR, voz advenediza tomada en varias épocas del latín y de otros romances (cat., fr., it.), en los cuales viene del lat. PORTARE ‘portear’, ‘trasportar’. 1ª doc.: Berceo. […] Deriv. […] Deportarse ant. ‘divertirse, descansar’ [h. 1200, Sta. M. Egipc., 169; Apol., 144; Berceo, Mil., 674; Alex., 1873; Calila, Rivad. LI, 61; S. XV, Toscado, en Aut., que lo da como desusado], del lat. DEPORTARE ‘transportar’, ‘deportar, trasladar’; en esta última ac. deportar es cultismo [S. XIII, Partidas, Aut.]. [Corominas y Pascual, DCECH, vol. IV, pp. 615-616].

         La glosa de los vv. 1523-1515 que incluye la edición Crítica de Alberto Montaner (Cantar de Mio Cid, Barcelona, 2007, p. 151) hace mención de la etimología del vocablo aquí analizado: “1513-1515. ‘Los que iban explorando (mesurando) y llevaban la delantera/ cogieron en seguida sus armas y se pusieron a solazarse, / junto al Jalón se hacen grandes muestras de alegría’. Las avanzadillas de los que vienen de Molina, al encontrarse con los caballeros de Minaya, entablan con ellos juegos de armas; deportar(se) era ‘solazarse’, ‘distraerse’, y se aplicaba también a los juegos y ejercicios físicos (de donde el actual deporte)”.